Un estudio mete al café en la lista negra para personas con tres enfermedades comunes

La cafeína es un estimulante natural que afecta a varias funciones del cuerpo, como el sistema nervioso central, ya que bloquea los receptores de adenosina en el cerebro, lo que reduce la sensación de cansancio y aumenta la alerta y la concentración.

O el sistema cardiovascular, que puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial debido a la liberación de adrenalina. Incluso afecta al sistema digestivo, ya que actúa como un diurético, ayudando al cuerpo a eliminar agua y sal a través de la orina. También puede aumentar la producción de ácido en el estómago, lo que a veces causa malestar estomacal.

La cafeína también puede acelerar el metabolismo, lo que puede ayudar en la quema de calorías. Es importante consumirla con moderación, ya que en exceso puede causar efectos secundarios como insomnio, nerviosismo, dolores de cabeza y palpitaciones.

Con este cuadro de reacciones y beneficios, e incluso contraindicaciones para la salud de algunas personas, hay varios colectivos que deberían eliminar el café de sus rutinas.

Quien debe evitar tomar café

Para empezar, las embarazadas, que no necesitan acelerar nada, tener taquicardias, más molestias intestinales ni aumentar la alerta. Es posible que en pequeñas cantidades, y uno al día, sea beneficioso por la ansiedad que puede generar si eres consumidora habitual su eliminación de la rutina diaria. Como en todo, consulta con tu médico, los profesionales de la salud son siempre los más cualificados para analizar cada caso.

Tampoco deberían beber café quien tenga molestas gastrointestinales. O, al menos, no hacerlo de manera habitual y complementarlo con un alimento. El café puede irritar el estómago, provocar molestias a quien padezca gastritis, e incluso dolor y acidez, sensaciones nada cómodas y muy molestas.

Quien padezca de problemas cardíacos no deberá tomar café. Si de lo que se trata es de controlar las palpitaciones, mantener las pulsaciones calmadas, el café, un excitante, no es nada recomendable. Es más, dependiendo de la variedad y el tipo puede ser más o menos excitante. Quien padezca de arritmias, hipertensión o cualquier otro problema, debe eliminar este estimulante.

Los problemas de ansiedad no los soluciona el café. Es más, ese nerviosismo constante, esa sensación de alerta, se activará todavía más entrando en un cuadro de tensión constante. El consumo prolongado de estimulantes como la cafeína puede aumentar los episodios de ansiedad. Hay que tener en cuenta también que la tolerancia a la cafeína varía entre personas; algunas pueden consumir café sin experimentar efectos negativos significativos, mientras que otras pueden encontrar que incluso pequeñas cantidades aumentan su ansiedad.

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