Un enjambre de abejas africanas ataca un autobús y deja cuatro muertos

No existen dos animales iguales. Cada uno posee un mundo de subespecies cuyas familias, en esto sí se parecen a los humanos, pueden presentar parecidos o diferencias altamente significativas. La abeja exhibe muy bien ese contraste: no es lo mismo una apis mellifersa caucásica que una africanizada. La primera es mansa y vive en el mar Caspio. La segunda es agresiva, ataca en cantidad y persiguen a su víctima hasta medio kilómetro con tal de propinarle una picadura.

Hace medio siglo fue introducida en el continente americano, provocando cientos de muertes. Las últimas, este lunes: una ofensiva en enjambre sobre los 45 ocupantes de un autobús que ha terminado con el vehículo cayendo al vacío y dejando cuatro muertos por la intensidad de las picaduras.

Los cuatro fallecidos eran nicaragüenses. Entre ellos había una menor de tan solo 8 años. Viajaban junto a otras 41 personas en un autobús, atravesando el verde y natural departamento de Jinotega, en el norte de Nicaragua, cuando la tragedia y la mala suerte se cernió sobre ellos.

Reconstrucción de los hechos

El principio del fin llegó cuando el conductor, circulando por la ruta Jinotega-San Sebastián de Yalí, perdió el control del vehículo, presuntamente por desperfectos mecánicos. Entonces se salió de la vía y se precipitó a un cafetal de 50 metros de profundidad. En su caída al abismo, y para el infortunio de todos los presentes, el autobús se llevó por delante unas colmenas de madera. Dentro, abejas africanizadas encargadas de producir miel. El violento choque, con una inercia brutal, despertó la ira de los insectos amarillos.

No se salvó ninguno. Las autoridades de salud correspondientes han asegurado que, si 45 eran los pasajeros totales del bus, 45 han sido los que han recibido picaduras. Conductor incluido. Inmediatamente después, los afectados fueron trasladados a un centro médico en San Sebastián de Yalí -destino inicial del viaje- y los graves al hospital regional de Jinotega -punto de partida-.

Un ataque sin distinciones

Fue tal el ensañamiento de las abejas que, además de los cuatro fallecidos, otras dos personas se encuentran en estado delicado. Son un niño de 4 años y una anciana de 84. Ocho décadas de diferencia. Fueron picados jóvenes, mayores, embarazadas, trabajadores, agricultores. Sin distinción alguna.

Hasta la zona se han desplazado agentes de tránsito de la Policía Nacional para determinar los detalles que han rodeado a un suceso horrible para los lugareños. Horas antes, y según el canal 8 del país, los pobladores cercanos se acercaron a auxiliar a los lesionados. Y les fue imposible: todo lo que vieron fue un enjambre interminable de abejas que rodeaba el bus, como una cortina impenetrable que ahogaba los gritos de 45 personas. Dentro, la tragedia.