Un empresario compra el pueblo zamorano de Salto de Castro y lo vende por el doble

El pueblo de Salto de Castro, en Zamora, fue deshabitado hace más de 30 años debido a la automatización de la central hidroeléctrica que daba trabajo a los habitantes del pueblo. Pero el año pasado, el empresario toledano, Óscar Torres, lo adquirió por 300.000 euros y tras un año se ha apartado del proyecto por “problemas personales”. Aun así, el pueblo tiene varios pretendientes como Arabia Saudí y Miami, que están interesados en su compra, razón por la cual su precio se haya duplicado.

“Además, el consultor explica que en su día llegaron a recibir ofertas de hasta 600.000 euros, por lo que el aumento de precio es más que lógico”, según las declaraciones recogidas en Idealista. El pueblo zamorano cuenta con 44 viviendas, un hotel, una iglesia, un colegio, una piscina y un cuartel, que están sobre las 7,8 hectáreas que ocupa el territorio.

Hace seis años salió a la venta, con un precio inicial de algo más de seis millones de euros. Se trataba de un precio algo desorbitado que descendió un 95% hasta los 260.000 euros finales. Actualmente, está a la venta por 580.000 euros.

Un pueblo abandonado

Salto de Castro fue construido a partir de los años 40 del siglo XX por Iberduero (empresa antecesora de Iberdrola) para acoger a los trabajadores que construyeron la presa y a sus familias. En 1952 se terminó la construcción de la presa, pero el pueblo continuaba estando habitado por los empleados de Iberduero, que en los años 70 llevaron a cabo la ampliación de la central hidroeléctrica.

A partir de la década de los 80, con la automatización de la central hidroeléctrica, los edificios del poblado se fueron abandonando lentamente, y en 1989 se cerró el último.