Un cliente olvida retirar la manguera al repostar su coche y a la gasolinera le saldrá bien caro por una sentencia del juez
En este tipo de casos la responsabilidad económica y penal recae por recae a partes iguales entre el conductor del vehículo y el establecimiento.

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Burgos ha decretado que la responsabilidad de este caso no debe recaer sólo en una de las partes. Un conductor que olvidó extraer la manguera de suministro de gasoil de su vehículo, pero tampoco se puede culpar en su totalidad a la gasolinera porque aunque el establecimiento ofreciera un servicio asistido, no puede negarse que incurrió en cierta negligencia el cliente, quien no comprobó que había finalizado el servicio antes de poner en marcha su coche. Según consta la sentencia, el litigio se produjo el pasado 7 de febrero de 2020, dónde un conductor olvidó sacar la manguera de repostaje de su vehículo tras rellenarlo de gasolina. En este sentido, la explicación que da el individuo es que un dependiente de la gasolinera fue el que inició el proceso de repostaje, dando por hecho que también se habría encargado de sustraer la manguera, una vez hubiera finalizado el repostaje.
El conductor no esperó a ser cobrado
El conductor en cuestión, entró al local y dejó veinte euros en el mostrador sin esperar a que nadie le cobrara ni le diera un recibo de compara, por lo que esto sin duda fue determinante para que tuviese lugar el accidente. Queda reflejado en el acta que el hombre tardó 36 segundos en entrar y salir del local, lo que otorga credibilidad al testimonio del empleado del establecimiento que declaró que el cliente abonó 20 euros sin esperar a ser cobrado, y que nunca hubiera sido cobrado porque el importe de cobro no es visible en la caja hasta que la manguera se retira del vehículo y se deposita en el surtidor.
En un vídeo aportado por la gasolinera, se puede observar como el cliente se adentra al establecimiento después de solicitar al empleado el repostaje de su vehículo. Transcurridos 36 segundos, el hombre sale del local y se adentra en el vehículo sin mirar el surtidor, que en apenas unos segundos arranca el coche y lo pone en marcha. La manguera del surtidor seguía enganchada al depósito de combustible y esto, según la gasolinera, produjo daños valorados en alrededor de 12.800 euros.
Responsabilidad compartida por la negligencia
A pesar de estos hechos, el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Burgos decidió desestimar la demanda presentada por la gasolinera contra el conductor y su aseguradora, considerando que la responsabilidad debía caer completamente en el establecimiento. En consecuencia de este veredicto, la gasolinera presentó un recurso de apelación, dónde solicitaban una indemnización por los daños causados que ascendían a 12.817,38 euros y, subsidiariamente en un 50% por culpa concurrente de la parte demandada, 6408,69 euros. El establecimiento basa su recurso en que la cantidad de dinero que supone el repostaje no se sabe hasta que se termine dicho repostaje, por lo que era imposible le dijesen al cliente que el servicio había finalizado cuando el empleado de caja no sabe ni el tipo de carburante ni la cantidad suministrada hasta que se cuelga de nuevo la manguera.
Finalmente, la Audiencia aceptó dicho recurso y estimó que aunque hubo una negligencia por falta asistida de los empleados, la responsabilidad debería de recaer en ambo lados a partes iguales. El importe final a pagar por cada una de las partes es de 1.823,89 euros, importe del que se hará cargo la aseguradora Mapfre en el caso del cliente.
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