Tragedia del Alvia: ya hay condena para el maquinista y el alto cargo de Adif
Hay condena de dos años. Además, los ha inhabilitado para el ejercicio de sus profesiones durante cuatro años y medio y les ha impuesto el pago de una indemnización.
El Juzgado de lo Penal número 2 de Santiago de Compostela ha condenado a dos años y seis meses de cárcel a Francisco Garzón, el maquinista del tren Alvia que descarriló en la curva de Angrois en 2013, y al que fue director de Seguridad en la Circulación de Adif, Andrés Cortabitarte, por 79 delitos de homicidio y 143 delitos de lesiones por imprudencia grave.
En profundidad
Al parecer, la jueza considera que el tren descarriló debido a la ausencia de medidas para mitigar los riesgos de usar un sistema de seguridad que dejaba toda la responsabilidad al maquinista y al despiste de este tras recibir una llamada del inventor.
Con todo ello, la magistrada ha concluido que el maquinista, distraído por una llamada telefónica, perdió el control del tren y lo introdujo en la curva de Angrois a una velocidad muy superior a la permitida. Las imágenes hablan por sí solas.
A su vez, el exdirector de seguridad de Adif fue considerado responsable por haber certificado la seguridad de la línea a pesar de conocer los riesgos asociados a la supresión del sistema de protección ERTMS en ciertos tramos.
Sentencia
La sentencia, además, destaca la importancia de la comunicación en la cabina del tren y reitera la necesidad de que los maquinistas prioricen la seguridad sobre cualquier otra cosa. Por si fuera poco, critica la decisión de sustituir el sistema ERTMS por el ASFA, que otorga mayor responsabilidad al maquinista en cuanto al control de la velocidad.
También, los ha inhabilitado para el ejercicio de sus profesiones durante cuatro años y medio; y les ha impuesto el pago de una indemnización, con responsabilidad civil directa de las entidades QBE y Allianz Global, aseguradoras, respectivamente, de Renfe Operadora y ADIF, de más de 25 millones de euros a las víctimas.
Un antes y un después
Sin duda alguna, esta sentencia marcará un antes y un después en la historia judicial española y sienta un precedente en materia de seguridad ferroviaria. Es más, la decisión judicial pone de manifiesto la importancia de investigar de manera exhaustiva las causas de los accidentes y de exigir responsabilidades a quienes han contribuido a su ocurrencia.
Ahora bien, todavía queda mucho trabajo por hacer para garantizar la seguridad en el transporte ferroviario y evitar que este tipo de tragedias se repitan en el futuro.
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