¿Tienes pollilas en casa? Esto es lo que más les atrae de tu hogar según el tipo de polilla

Polillas de enormes dimensiones han llegado a Madrid con la subida de temperaturas. Ahora bien, los expertos aseguran que no existe peligro alguno: ni plagas, ni epidemias. Se trata de la variedad autographa gamma, caracterizada por migrar en las épocas calurosas en busca de terrenos más fríos.

Y es que estos insectos no son venenosos, ni tampoco pican a los seres humanos u otros animales. Sin embargo, pueden llegar a afectar la salud de manera indirecta, puesto que sus larvas desarrolladas en los alimentos tienden a deteriorarlos.

Aspectos destacados

En gran medida, lo que atrae a las polillas depende del tipo del que sean estas. Por ejemplo, a las polillas de la ropa les atraen los tejidos de origen natural, como la seda o la lana. De ahí que puedan acudir tanto a ropa y zapatos como a los accesorios.

Además, si hay suciedad -en muchos casos en forma de queratina-, más atraídas se sientan. Estas pueden poner entre 20 y 2000 huevos en nuestras prendas de ropa. Las más importantes son la Tinea Pellionella, más conocida como tejedora de capullos.

Más detalles

Las polillas de la comida, las más típicas las de la fruta seca o la de la harina, acuden a los mencionados alimentos. Sí, al igual que a otros como el pan, la pasta, el arroz o los cereales. Como con las de la ropa, habrá más polillas cuanta más suciedad haya. ¿El motivo? Está claro: para ellas es nutritiva.

Asimismo, por lo general, las polillas se ven atraídas por una fuente potente de luz. Y, tras ello, buscarían la oscuridad, el calor y también la humedad. De hecho, es habitual encontrarlas en armarios, grietas de las paredes, sótanos, despensas o desvanes.

Consejos

Ante este panorama, el consejo más evidente es procurar tener cerradas las ventanas de nuestro hogar cuando caiga la noche y tengamos las luces encendidas en el interior de la casa. Dadas las noches cálidas que se están viviendo en la capital, lo mejor será instalar mosquiteras en nuestras ventanas si queremos mantenerlas abiertas.

Para los más ingeniosos, pueden disuadirlas de entrar en nuestros hogares los aceites esenciales de lavanda, romero y tomillo, así como las cáscaras de naranja o limón, que se pueden colocar en los principales accesos de nuestro hogar.

Eso sí, si vemos que el número de polillas aumenta de forma descontrolada, se podrían utilizar trampas de feromonas, en las que las polillas se adhieren. Esta sería una medida extrema y convendría hablar antes con profesionales especializados en plagas.

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