Si tienes esta moneda en un baúl, puedes tener dos millones de euros: data del siglo XVII y solo hay ocho ejemplares
El Centén Segoviano, símbolo de prestigio y poder en la España de Felipe III, alcanza hoy valores millonarios y continúa cautivando a coleccionistas por su historia y exclusividad
El 1 de enero de 2002 comenzó a circular en España la nueva moneda que se encargaría de sustituir a las ya casi olvidadas pesetas. No obstante, la numismática española es envidiable, con monedas que incluso hoy en día son consideradas un auténtico tesoro por cientos de coleccionistas.
Entre estas monedas, existe una pieza considerada de las más deseadas por los españoles. Un auténtico tesoro del que solo existen ocho ejemplares que cuentan con un valor cercano a los dos millones de euros.
El arte de la numismática
El coleccionismo de monedas en España va mucho más allá del valor económico de las monedas; es una actividad que conecta a los coleccionistas con la historia y la cultura de cada época. A lo largo de los siglos, las monedas españolas han reflejado no solo la economía del país, sino también sus cambios políticos, conquistas y tradiciones.
Desde los antiguos reales de plata hasta las pesetas de Alfonso XIII, cada pieza guarda en su diseño un fragmento de la historia nacional. Algunos de los ejemplares más raros son apreciados por su escasez y valor artístico, mientras que otros atraen a los coleccionistas por su importancia simbólica, como las primeras monedas emitidas bajo el reinado de Isabel II o los duros de plata que circularon hasta el siglo XIX.
El Centén Segoviano
El Centén Segoviano es una de las piezas más emblemáticas y exclusivas de la numismática española. Con un diámetro de aproximadamente 71 milímetros y un imponente peso de 340 gramos, esta moneda destaca no solo por su tamaño, sino por su elaborada ornamentación, en la que figuran símbolos que remiten al vasto imperio español. En una de sus caras, se puede observar la cruz de Jerusalén junto al escudo de los territorios de la Monarquía Hispánica, elementos que evocan la grandeza y el poderío de la época de Felipe III. Además, la inscripción latina Phillipus III Dei Gratia (Felipe III por la gracia de Dios) sirve como recordatorio del concepto de monarquía divina, en el que los reyes eran vistos como gobernantes por mandato celestial.
Los estudios históricos y científicos sobre el Centén Segoviano han revelado que estas monedas no se crearon con fines de circulación común, sino como piezas de prestigio destinadas a honrar a la nobleza y otros personajes influyentes de la corte. Cada una de estas piezas simbolizaba el reconocimiento real y la distinción, ya que eran entregadas exclusivamente a figuras de alto rango. Su valor nominal en el siglo XVII equivalía a cien escudos de oro, pero el tiempo y su gran rareza han elevado su precio a niveles astronómicos. En 2009, un ejemplar de esta moneda fue adquirido en una subasta por 800.000 euros en la casa Aure y Calicó de Barcelona, mientras que en otra subasta, un coleccionista suizo llegó a ofrecer hasta 944.000 euros por otra de estas codiciadas piezas.
En la actualidad, el Centén Segoviano sigue cautivando el interés de numismáticos y coleccionistas. Algunos de estos ejemplares únicos se encuentran en manos privadas, mientras que otros están resguardados en instituciones como el Museo Casa de la Moneda y el Museo Arqueológico Nacional de España, donde son preservados como auténticos tesoros nacionales.
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