Si nunca respondes en los grupos de WhatsApp, la psicología dice que probablemente tienes estos cuatro rasgos comunes
Cuando alguien decide no responder en un grupo, en realidad, está tomando una decisión y, por ende, una acción hacia sí mismo.
Como las opiniones, todo el mundo tiene una. Y los grupos de WhatsApp no son la excepción. No tendrás sólo uno, tendrás varios. Tanto los que quieres, como los que no. Los que odias, como los de compromisos. Los que te piden permiso, como los que surgen por temas de trabajo, o los que te meten y te sales al instante. Y, dentro de esos grupos, hay unas ‘normas’.
“No hay una forma ‘correcta’ de comportarse ante los grupos de WhatsApp. Esto es como la vida misma: depende de un montón de factores y no podemos patologizar ni buscar perfiles de personalidad en esta manera concreta de actuar, tanto si se responde como si no”, cuenta la psicóloga Rebeca Cáceres, directora del centro Tribeca Psicólogos.
Como en todo, nuestra forma de ser, nuestra personalidad, influye en esta herramienta de comunicación que para unos es fundamental, y para otros es un horror. No todo el mundo quiere hablar todo el tiempo. No todo el mundo quiere contestar a cada mensaje. Muchas personas sólo quieren interactuar de manera directa con quien necesita tratar algo. Y muchos no consideran que deban responder si se trata de mensajes informativos. Es más, dependiendo del tipo de grupo, la forma de contestar varía: en horarios, en respuestas, en interacciones con emoticones, en afirmaciones...
“El mundo digital también refleja nuestra diversidad como personas. Normalizar esto, sin sobre interpretar cada gesto, es también una forma de salud mental. Cuando alguien decide no responder en un grupo de WhatsApp, en realidad, está tomando una decisión y, por ende, una acción sobre cómo quiere gestionar su energía, su atención, su tiempo. Es una forma de respeto hacia uno mismo, porque implica actuar en coherencia con los propios valores, gustos y formas de estar en el mundo”.
Además, ese sobre pensar qué están interpretando los demás, puede derivar en que no responder en un grupo llegue a significar ‘no me quiere’, ‘me rechaza’, ‘me está ignorando’, ‘le caigo mal’. Pero eso es lo que tú sientes, no lo que el otro está expresando. Suposiciones que pueden acabar afectando a la relación, sea del tipo que sea, si se ponen los sentimientos y las interpretaciones a un mensaje plano.
Según la psicóloga Olga Albaladejo, algunas personas temen ser juzgadas o malinterpretadas. Les preocupa cómo serán leídas sus palabras, si parecerán frívolas, inoportunas o poco ingeniosas.
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Por tanto, no responder en los grupos de WhatsApp puede significar que cuidas mucho tu exposición pública; que no quieres hablar delante de otras personas, ya sea por timidez, porque te caen mal, porque no quieres mostrarte. Respetas el tiempo de los demás y no quieres sobre saturar de lugares comunes los mensajes que son obvios. Para que no te duela, te enfades, o te molestes, no sobre interpretes el silencio; si te preocupa, habla en privado con la persona. Respeta los ritmos y formas de comunicación de cada uno.
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