Si creciste durante los años 1960 y 1970, la psicología dice que tienes estos rasgos comunes que hoy se están perdiendo
Siete fortalezas entre las personas de 60 y 50 años provenientes de su infancia y el entorno en el que se criaron.
Solo ha pasado medio siglo, pero el cambio entre la vida de quienes nacieron en 1970 y 1980 y la generación Alfa es inmenso. Solo han pasado unas décadas, pero este ha sido tiempo suficiente como para marcar una brecha entre una generación y otra. Los nacidos en estos últimos años viven en un mundo marcado por la tecnología y la inteligencia artificial, algo inimaginable para las personas que hoy en día tengan 60 o 50 años.
Estas diferencias no solo marcan la infancia de todos, sino también cómo se comportan en un futuro. Según el centro estadounidense de psicólogos, Cottonwood Psychology, las personas que nacieron en las décadas de 1960 y 1970 desarrollan una serie de habilidades mentales cada vez más escasas en la actualidad.
Si bien a la generación de nacidos entre 2010 y 2025 le faltan aún muchos años para llegar al punto en donde se encuentra la generación de los 60 y 70, la psicología confirma que el estilo de vida sencillo y exigente hace más de medio siglo atrás ha jugado a favor de quienes nacieron en aquella época. La ausencia de pantallas y la necesidad de asumir responsabilidades a una temprana edad es un factor clave en el desarrollo de habilidades como la paciencia, la autonomía y la tolerancia a la frustración. Habilidades cada vez más escasas.
Siete rasgos comunes
- Paciencia. Desde el centro de psicólogos afirman que un estilo de vida lento permitió a esta generación desarrollar la habilidad de esperar de forma obligatoria, lo que ayuda a tomar decisiones y tener una mayor tranquilidad.
- Tolerancia a la frustración. La dureza con la que muchos padres criaban a sus hijos les permitió entender a esta generación que el fracaso es parte de la vida.
- Capacidad para regular las emociones. Las emociones quedaban muchas veces resguardadas en un segundo plano en estos entornos. Esta generación se vio obligada muchas veces a aprender a autocontrolar sus emociones por sí solos.
- Satisfacción con lo que se tiene. La posibilidad de obtener premios o regalos era mucho menor que ahora y este factor se observa a la conformidad con lo que se tiene.
- Tolerancia a la incomodidad. Hoy en día todo va a una velocidad increíblemente alta y el tiempo de espera para cualquier cosa ha disminuido significativamente en los últimos años. Obligados a esperar, esta generación fomentó el desarrollo a la flexibilidad emocional y la resiliencia a largo plazo.
- Mayor capacidad de concentración. Leer libros, escribir cartas o escuchar discos de música son solo algunos ejemplos que contrastan con la instantaneidad de las pantallas entre los jóvenes de hoy en día. Estas actividades permitieron a la generación anterior poder desarrollar su capacidad de concentración.
- Gestión directa de conflictos. En un entorno sin móviles, el diálogo cara a cara obligatorio permitía desarrollar una mayor comprensión del lenguaje corporal y una escucha activa.
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Todas estas fortalezas están ligadas a ejemplos genéricos y que no tienen por qué encajar con una personas que haya nacido en una u otra generación. Cada persona tiene sus propias vivencias y la infancia siempre marca a la personas del futuro. Las décadas de los 60 y 70 no son idílicas y aceptar que el mundo cambio y adaptarnos a estos cambios es una fortaleza presente en el ser humano-
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