Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola
Sociedad

Se va al extranjero para cuidar a una anciana por desespero y vive con ella la gran pesadilla: “¿Quieres envenenarme?”

La cuidadora señala que sabía a lo que iba, sin embargo no estaba preparada para que alguien la tratara así: “Se suponía que debía quedarme con ella durante tres meses”.

Mujer anciana
Luis Méndez
Actualizado a

Una mujer cuenta su experiencia cuando tuvo que irse a Alemania a trabajar como cuidadora. La idea no la convencía del todo, sin embargo la necesidad de conseguir un empleo la hizo coger las maletas e irse a Múnich a cuidar de una anciana, que se desplazaba en andador y la mayor parte de las ocasiones se mantenía sentada o tumbada en la cama. El apartamento era una antigua casa de vecinos que constaba de cinco habitaciones, dos baños, un salón y una cocina. De hecho, uno de estos baños estaba automatizado, era fácil de limpiar y muy agradable. Sólo lo usaban los huéspedes. El baño que estaba dedicado para ella no tenía nada que ver suelos de ladrillo, paredes pintadas al aceite en las que era visible cada gota de agua.

Su función era cuidar de una anciana

Las funciones de la cuidadora eran cuidar a una señora mayor que se desplazaba con la ayuda de un andador y a veces ni siquiera se levantaba de la cama. Además, era una mujer grande y robusta, lo que hacía más difícil moverla para desplazarla. “Mi protegido también era polaco, así que esperaba que nos comunicáramos fácilmente. Desgraciadamente, la señora se la pasaba gritando y quejándose de que yo era un desastre, de que no sabía limpiar, de que utilizaba demasiado líquido, pasta, polvo, etc...”, señala la cuidadora.

“No soy una niña, sabía que no iría al baile de graduación, pero no estaba preparada para que me trataran así. Intenté explicarle que limpiar un apartamento tan grande no formaba parte de mis funciones, que sí podía ayudar, pero nada más, añade”. La anciana era tan malvada que ella misma creaba problemas y trabajo para la cuidadora. “Por ejemplo, mientras comía, accidentalmente derramó sopa sobre la ropa de cama y me dijo que la lavara. O en otras ocasiones decía: “Estoy sudada, tienes que cambiarme…”, “Lava y plancha mi pijama… ¡No me gusta el algodón tieso!”, sigue detallando.

La anciana era insoportable

La cosa fue a peor cuando llegaba la hora de tomar los medicamentos, un momento en el que la cuidadora en cuestión revisaba las pastillas tres veces, para asegurarse de que no se cometía ningún error. “¿Quizás quieras envenenarme?, entonces toma todos los objetos de valor que haya aquí y huye, ¿quién te encontrará entonces?, explicaba lo que le decía la anciana. “Se suponía que debía quedarme con ella durante tres meses, pero después de tres semanas ya no pude más. Si no fuera porque no tenía dinero y había pedido dinero prestado para este viaje, ¡definitivamente habría huido de allí!”, continúa.

Un médico venía a ver a la anciana una vez por semana . La examinaba, la dejaba recomendaciones, a veces recetas. “Un día, me estaba mirando y me preguntó si no cambiaría de trabajo, a lo que le respondí que solo quería volver a casa. El médico me miró contradecido y me planteó una propuesta, seguidamente me indicó que la tuviera en cuenta y que le informara de mi decisión”, explica.

La oferta era tentadora

Finalmente, tras sopesar la decisión, la mujer decidió dejar el trabajo con la anciana e irse con el doctor. “Resultó que mi nuevo empleador también sería su paciente, un abogado jubilado, un hombre solitario, culto y tranquilo. Hasta ahora se las había arreglado solo, pero la edad poco a poco lo iba excluyendo de la actividad normal”, explica. “Debo decir que al final la anciana me ajustó las cuentas muy honestamente. Incluso pareció decepcionada cuando le dije que ya no trabajaría más para ella... ¿Quizás incluso mejor?”, afirmó finalmente.

Noticias relacionadas

Cuidar del doctor mientras estaba en casa supuso un cambio en la vida rutinaria de la mujer, que deseaba tener un ambiente de trabajo cómodo y sobre todo, dónde la trataran con respeto y amabilidad.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.

Etiquetado en:

Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Tu opinión se publicará con nombres y apellidos

Te recomendamos en Sociedad

Productos recomendados