Se sienta con su hijo de 13 meses en un restaurante y le cobran 65,50 euros por la trona: “Si se sienta a la mesa tiene que pagar”
Los encargados insisten en el pago de la trona y llaman mentiroso al padre del menor cuando les asegura que ya había hablado con un gerente.
En Les Grands Buffets de Narbona, Francia, se vivió un momento de tensión cuando un grupo de amigos se encontraron con un dilema poco frecuente. Entre los 12 miembros que habían reservado una mesa en el restaurante francés, una pareja quiso llevar a su hijo de 13 meses con ellos, pero esto solo les causó problemas.
Cuando llegaron al establecimiento, los empleados impidieron la entrada de la pareja por no haber contado a su hijo a la hora de hacer la reserva. Según la política del restaurante, a partir del 1 de octubre de este mes, se tratará como adultos a todos los niños, independientemente de su edad, a la hora de hacer cualquier reserva.
De acuerdo con la política del establecimiento, si la pareja quería sentar a su hijo en una trona, debía pagar los 65,5 euros que costaba el menú completo de un adulto. Esta situación sucedió en presencia de un periodista de Midi Libre, medio que posteriormente publicó la noticia e intentó contactar con el establecimiento, sin éxito.
“No es un peluche, es un ser humano”
Ante la negativa de los empleados de permitir el acceso del grupo a la mesa por faltar la reserva del niño, el padre del menor explicó que horas antes había hablando con un gerente para asegurarse que podía llevar a su hijo a la comida. Su respuesta fue positiva y le aseguró que se le prestaría una trona a la pareja a su llegada.
Los empleados no creyeron la versión del padre y lo culparon de mentiroso. La única opción para poder darle una trona al niño era pagar los 65,5 euros por su reserva. La pareja quiso hacerles entender a los trabajadores que el niño no iba a comer nada y mucho menos un menú completo para adultos.
“No es un peluche, es un ser humano, así que cuenta como una persona normal”, informó la recepcionista a la pareja. “Si no quiere pagar más, tiene que tenerlo en brazos”, añadió ella. En la página web del local se informa a los comensales sobre la política respecto a los menores en el restaurante. “El número de niños que acudan a comer a los Grands Buffets debe estar incluido en el número total de comensales de la mesa en el momento de realizar la reserva y serán considerados como adultos durante todo el proceso de reserva”, según el sitio web.
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El padre del menor considera que la política sobre menores del restaurante “carecía claramente de humanismo”. La pareja tuvo que pagar los 65,5 euros para la trona de su hijo y continuaron con la quedada con sus amigos. “Aunque el resto del personal del comedor fue encantador y atento, nos arruinó un poco la diversión”, comenta él. “Ese es el precio de un festín para un adulto, pero desde luego no para un niño de 13 meses”, añade.
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