Se lleva el perro al trabajo, le despiden tras pelearse con un compañero y la Justicia le indemniza con casi 105.000 euros
La posesión de estupefacientes no justifica el despido sin una prueba que demuestre que el trabajador no puede cumplir con sus funciones.

El Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares ha declarado improcedente el despido disciplinario de un trabajador con más de dos décadas de antigüedad en la empresa. El hombre fue cesado de su puesto de trabajo tras protagonizar un altercado con otro empleado, portar hachís durante la inspección policial e introducir un perro en las instalaciones de la empresa.
La justicia obliga a que la entidad elija readmitir al trabajador o indemnizarle con 104.539,27 euros. Además, destaca la ausencia de claridad en las evidencias aportadas por parte de la empresa, que cesó al afectado el 14 de octubre de 2023.
El tribunal argumenta que el trabajador actuó en legítima defensa, considerando la desproporción del despido. Asimismo, el fallo recoge que el compañero implicado en la disputa había tenido un comportamiento provocador y se encontraba bajo los efectos del alcohol.
El expediente disciplinario contra el trabajador se abrió el 19 de octubre del 2023. En la carta de despido, la compañía sostenía que al trabajador se le intervinieron dos cigarrillos de hachís, reconociendo la acción como una infracción grave.
Ausencia de pruebas sólidas
No obstante, el tribunal ha dictaminado que no existen pruebas sólidas para acreditar las acusaciones, a la que se suma haber estado una hora sin cumplir con sus funciones.
Ante los hechos, el Tribunal Superior de Justicia de las Islas Baleares reconoce que la posesión de sustancias estupefacientes no justifica el despido disciplinario del trabajador sin probar que la circunstancia sea incompatible con el cumplimiento de sus funciones.
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Además, la resolución marca un precedente sobre los límites del despido disciplinario y refuerza la importancia de que las empresas aporten pruebas sólidas para concluir el fin del contrato por causas graves, como es el caso de la pelea con el compañero.
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