Se da de baja por depresión, su mujer le denuncia por tener un trabajo ‘extra’ y acaba pidiendo 140.000 euros de indemnización
Un mes de investigación interna de la empresa destapó ocho sesiones de formación impartidas mientras estaba de baja.
Un empleado con 20 años de antigüedad en una gran empresa pública del sector energético se dio de baja en este trabajo por depresión para, de esta manera, poder trabajar en otra empresa impartiendo formación. El plan le estaba saliendo a la perfección, pero acabaría traicionándolo quien menos se esperaba: su esposa.
La mujer mandó una carta a la empresa en junio de 2016 donde indicaba que su marido “trabajaba mientras decía estar enfermo, que no estaba en absoluto deprimido y que simplemente abusaba de la sociedad para lograr sus fines financieros”.
La empresa fue muy cautelosa, dado que pensaban que podía tratarse de una venganza personal, aunque comenzaron a investigar los hechos.
Después de un mes de investigación, durante el cual la empresa competidora fue enviando horarios y facturas, realizaron un informe interno donde se confirmaba que este empleado, supuestamente de baja, había realizado ocho sesiones de formación remuneradas entre noviembre de 2015 y enero de 2016.
En agosto de 2016 fue llamado a una entrevista disciplinaria. Tres meses después, la sanción fue retirarle del oficio. Según Oman Guichard, abogado de derecho laboral y miembro del colectivo Rhizome, esto “es un despido disciplinario por falta grave, previsto por el estatuto particular de las industrias eléctricas y del gas”.
Más de 140.000 euros en daños y perjuicios.
El empleado, al enterarse del despido, lo impugnó rápidamente: primero ante el consejo de prud’hommes y luego ante el tribunal de apelación, reclamando más de 140.000 euros en daños y perjuicios.
Su justificación era que la realización de estos dos trabajos no causaba ningún daño al empleador. Además, pensaba que ambas actividades eran perfectamente combinables. Algo que no convenció a los jueces, que en su decisión de 2024 indicaron que se había cometido una violación del reglamento interno suficiente para justificar su despido.
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En junio de 2025 este hombre intentó un último recurso, que acabó siendo desestimado, dado que trabajar para otro empleador durante una baja por enfermedad constituye una falta grave según el estatuto de las industrias eléctricas y del gas.
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