¿Quién tiene prioridad en una rotonda o glorieta si hay dos carriles de salida? Esto dice el Reglamento de la DGT
No respetar la prioridad en una rotonda puede conllevar multas y, lo que es más grave, accidentes.
La Dirección General de Tráfico (DGT) establece normas claras sobre cómo circular en rotondas o glorietas, especialmente cuando éstas cuentan con dos carriles de salida, una situación que genera muchas dudas entre los conductores.
La regla principal en cualquier glorieta es que tienen prioridad los vehículos que ya están dentro de ella, salvo que una señal (como un semáforo) indique lo contrario. Esto significa que al aproximarte a una rotonda, debes ceder el paso a los coches que circulan por su interior, incluso si eso implica detenerte por completo.
La entrada a la glorieta debe hacerse por el carril derecho siempre que esté libre y sea posible. Sin embargo, la DGT contempla una excepción: si el carril derecho está congestionado, se permite entrar desde el carril izquierdo para facilitar el acceso. Esta medida busca mejorar la fluidez del tráfico en situaciones de alta densidad.
Una vez dentro, lo más recomendable es circular por el carril exterior, especialmente si vas a tomar una de las primeras salidas. Los carriles interiores pueden utilizarse para adelantar o para preparar salidas más lejanas, pero siempre con la debida señalización y precaución. Es fundamental no cruzarse de forma brusca desde el carril interior hacia una salida, ya que esta maniobra es una de las causas más comunes de accidentes en glorietas.
Aquí es donde surgen muchas dudas. La norma general indica que la salida debe hacerse desde el carril exterior, tomando ese carril con suficiente antelación. Esto evita trayectorias cruzadas peligrosas entre vehículos que circulan correctamente y otros que intentan salir desde el interior.
No obstante, la DGT aclara que existe una excepción: se puede salir desde un carril interior solo si hay una señal que lo permite (por ejemplo, una flecha pintada en el suelo) y el carril exterior está ocupado. Esta excepción está pensada para situaciones en las que el tráfico impide una maniobra segura desde el carril derecho.
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No respetar la prioridad en una rotonda puede conllevar multas y, lo que es más grave, accidentes. Según datos de la DGT, entre 2015 y 2019 se registraron más de 45.000 siniestros con víctimas en glorietas, lo que demuestra la importancia de conocer y aplicar correctamente estas normas.
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