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Quién fue Alexandre Finisterre, el poeta gallego que inventó el futbolín y secuestró un avión

Su compromiso con la causa republicana lo llevó a enfrentar un intento de secuestro por parte del régimen franquista durante la Guerra Civil Española.

Quién fue Alexandre Finisterre, el poeta gallego que inventó el futbolín y secuestró un avión
EFE

Alexandre Finisterre (1919), un hombre cuyo ingenio y valentía lo llevaron a dejar huella en la historia, se convirtió en un verdadero símbolo de creatividad y lucha. Desde su infancia humilde, Alexandre demostró una habilidad extraordinaria para idear soluciones increíbles y a enfrentarse para mantener firme sus valores.

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Durante la Guerra Civil Española, su vida se torció, pero milagrosamente sobrevivió a un bombardeo en Madrid. Fue durante su recuperación en Barcelona cuando creó su invención más famosa: el futbolín. Inspirado por el deseo de traer alegría a los niños afectados por la guerra, creó un juego que se convirtió en una parte esencial de la cultura española.

Finisterre también fue un poeta apasionado y un firme defensor de la justicia social. Su compromiso con la causa republicana lo llevó a enfrentar un intento de secuestro por parte del régimen franquista y en un acto de coraje, logró desviar un avión hacia Panamá al simular tener una bomba improvisada para poder escapar.

A lo largo de su vida, Alexandre conoció a figuras históricas como el Che Guevara, con quien forjó una amistad duradera. En su paso por América Latina, se dedicó principalmente a su labor editorial, enfocándose en promover a escritores exiliados y rescatar obras olvidadas, comenzando a dejar un legado en el mundo de la literatura, llegando a publicar su propio libro: Cantos rodados: antología poética.

Una vida llena de aventuras

Ya más mayor, le encantaba recordar que cuando partió, solo llevaba consigo un par de patentes, una lata de sardinas y dos obras de teatro. En París, encontró trabajo en publicaciones de exiliados españoles, donde continuó escribiendo sobre política.

El fallecimiento de Finisterre en 2007 no marcó el fin de su legado, sino el comienzo de su inmortalidad. Su futbolín se convirtió en un fenómeno global, llevando entretenimiento a personas de todas partes del mundo y su poesía sigue siendo tan inspiradora como el primer día.

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