Quién es Carme Noguera Falguera, la persona más longeva de España
A sus 111 años y 81 días, la natural de Olot ostenta el nuevo récord de ser la española de más edad del mundo, según las validaciones de Longeviquest.
Carme Noguera Falguera es una supercentenaria española. Nació el 22 de agosto de 1914 en Olot, Girona, Cataluña. Recoge el testigo de Angelina Torres Vallbona, quien acaba de fallecer a los 112 años, convirtiéndose en la española de más edad y la mujer que ocupa el puesto 147 a nivel mundial (con todas las validaciones que solicita Longeviquest).
Cuando le preguntaron por el secreto de su longevidad y vitalidad, respondió: “No hay ningún secreto”, pero igual que los yogures formaban parte de la dieta diaria de María Branyas, la genética puede tener algo que ver como secreto de la longevidad.
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Ha contado Carme que siempre ha llevado una vida muy normal, y que simplemente intentaba ser feliz. Ese gran matiz alejado de los libros de autoayuda y las tazas de regalo, intentar las cosas, tanto si se logran como si no. Tal y como contó cuando cumplió 110 años, la felicidad es “estar bien y con gente que me quiere. No pienso en vivir más o menos”. Su familia ha contado que suele dar breves paseos cada día, recorriendo la plaza de su localidad con su hija. Eso sí, cuando hace calor, prefiere quedarse en casa.
Así fue la vida de la mujer más longeva de España
Carme Noguera Falguera nació en Olot, Girona, Cataluña, España, el 22 de agosto de 1914. De niña, vivía con su familia en la planta baja de un hospital, donde dos hermanos ayudaban a un médico. Cuando estos se marcharon, su padre, que solía administrar inyecciones a domicilio, empezó a ayudar al médico. Le sugirió que estudiara enfermería.
A los 16 años, tuvo la oportunidad de estudiar enfermería en Santander, pero su madre no la dejó ir, considerándola demasiado joven. A los 19 años, se matriculó en la Escuela de Enfermería y realizó allí dos años de prácticas. Al estallar la Guerra Civil Española, trabajaba en la clínica, dedicando la mayor parte del tiempo al tratamiento de pacientes con tuberculosis. Posteriormente, regresó a Olot, donde se consagró al cuidado de los enfermos y a la asistencia a las comadronas. En ese tiempo conoció a su marido, se casó y la pareja se mudó a Vic en 1951, donde tuvieron tres hijos.
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Cuando se casó tuvo que dejar el trabajo porque no querían a mujeres casadas en el ambulatorio. En Vic tampoco aceptaban mujeres casadas como enfermeras y, como su marido tampoco quería que trabajara, dejó de ejercer, aunque hace años recordó ese trabajo meticuloso tanto de su padre como el suyo, donde aprendió gracias a dos hermanos de San Juan de Dios que ayudaban a un médico en su localidad.
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