Qué es el Efecto Foëhn, el motivo por el que el agua de la playa está fría aunque fuera haga calor
Debe su nombre a un viento del norte de los Alpes y hace que la temperatura del aire al ascender una montaña sea más alta que cuando baja por la ladera.
Pese a que en verano se registran las temperaturas más altas del año, cuando vamos a meternos en la playa o la piscina, el agua está demasiado fría en comparación con el calor que hace fuera y son muchos los que se preguntan si debería ser al revés, es decir, a más calor, más caliente la temperatura del agua.
Cómo se produce
Este fenómeno se produce cuando una masa de aire desciende desde una montaña y tiene más temperatura que la que tenía al subir. Es decir, si la masa de aire sube por la montaña con una temperatura de 7°C, baja a 15°C. El ritmo al que se enfría el aire al ascender depende del grado de humedad que tenga y normalmente experimenta cambios a razón de un descenso de 1°C por cada 100 metros de altura que ascienda. Esto se conoce como Efecto Foëhn, que toma su nombre de un viento del norte de los Alpes.
¿Por qué el agua está fría?
Este efecto se produce en relieves montañosos cuando una masa de aire cálido tiene que ascender verticalmente de forma forzada para salvar la montaña y descender rápidamente por la ladera mientras que se calienta y aumenta la presión. Este viento viene desde la tierra y se dirige hacia el mar provocando que la temperatura del agua baje aproximadamente 5°C. Pero el viento caliente no enfría el agua sino que el viento del terral, que es caliente, seco y fuerte, al incidir sobre el agua crea corrientes que provocan que emerjan las aguas más frías del mar.
En las columnas de agua, la que se encuentra en la parte más superficial suele estar más caliente porque recibe los rayos del sol directamente pero a medida que aumenta la profundidad, la viscosidad del agua impide que le afecten los rayos del sol por lo que el agua está más fría y tiene menos luz. Si tenemos en cuenta el calor seco que provoca el viento hace que la sensación de que el agua está más fría aumente porque el contraste de la temperatura es muy grande.
En España, las cordilleras más propensas a sufrir estos efectos son la Cordillera Cantábrica, Los Pirineos o el sistema Central. Además, en las Islas Canarias, este efecto es muy habitual en el Macizo de Anaga. Este viento es especialmente peligroso cuando el tiempo es borrascoso porque ayuda a que se propaguen los incendios forestales.