¿Qué dice la ley sobre los límites de la temperatura durante el trabajo y cuándo es peligroso?
INSTH ha elaborado una guía en la que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad en el trabajo, entre las que destaca la temperatura.
El cambio climático está cada vez más presente y buena muestra de ello son las olas de calor que han inundado España estos meses. Las altas temperaturas, especialmente cuando llega la época de verano, pueden tener una repercusión directa en muchas ocupaciones.
Saber a qué temperatura debe estar el lugar de trabajo es de vital importancia para asegurar la salud de los trabajadores y evitar que, por estas causas, se produzcan accidentes de trabajo que, en algunas ocasiones pueden llegar a ser mortales.
Durante el verano se recurre al aire acondicionado para trabajar de una manera más cómoda sin necesidad de estar pasando calor, por lo que no es raro encontrar a trabajadores que se quejan del calor o, por el contrario, del frío a causa de los aparatos de aire acondicionado. Por eso es importante preguntarse cuál es la temperatura máxima recomendada en el trabajo.
Temperatura adecuada en el lugar de trabajo
El Instituto Nacional de Seguridad de Higiene en el Trabajo (INSTH) se ha ocupado de elaborar una guía en la que se muestran las condiciones de seguridad y salud adecuadas para los lugares de trabajo, entre la que se encuentra la temperatura.
Esta guía, que aplica el Real Decreto 486/1997, marca un intervalo de temperaturas adecuado para los ligares de trabajo teniendo en cuanta el tipo de actividad que se realice.
En los lugares cerrados deben cumplirse las siguientes condiciones:
En base a esto, el INSTH también hace algunas recomendaciones en función de la estación del año y de la ropa que se suele utilizar en cada época. Así, en verano se aconseja que la temperatura esté entre los 23º y los 26º, y en invierno entre los 20º y los 24º.
¿Qué ocurre con la humedad?
La guía también recoge factores como la humedad relativa en los espacios de trabajo, que debe estar entre el 30% y el 70% como norma general, a excepción de los lugares en los que exista riesgo por electricidad estática, en donde el límite inferior será del 50%.
A pesar de estos datos, la normativa aconseja que, para determinar la temperatura y la humedad óptima de un lugar de trabajo, es importante tener en cuenta las características propias del trabajo, los procesos u operaciones que se desarrollen y el clima de la zona en la que se encuentra.
Por lo tanto, según la normativa en verano es recomendable que la temperatura sea de 26º o inferior y la humedad ronde el 45% y el 60% en oficinas y locales comerciales. De la misma manera, en invierno dicha temperatura no debe superar los 21º y la humedad oscilar entre el 45% y el 50% para asegurar unas buenas condiciones de trabajo y evitar incomodidades o molestias a los trabajadores.
¿Y si se trabaja al aire libre?
La normativa establece que, en los lugares de trabajo al aire libre, se deberán tomar todas las medidas adecuadas para que los trabajadores puedan protegerse, especialmente en la época de verano en lugares donde es habitual tener altas temperaturas.
Las empresas deben tomar medidas preventivas para evitar riesgos laborales y que los trabajadores padezcan estrés térmico por calor, como trabajar a la sombra; que las tareas de mayor esfuerzo se realicen en los momentos de menos calor; o modificar los horarios de trabajo durante el verano.