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¿Por qué muchos coches llevan la pegatina de un burro en la parte trasera?

Este adhesivo se creó con el objetivo de concienciar sobre el peligro de extinción del animal. Ahora, se ha convertido en un símbolo de nacionalismo catalán.

¿Por qué muchos coches llevan la pegatina de un burro en la parte trasera?

En España es muy habitual ver la parte trasera de los coches decorada con numerosas pegatinas, más allá de las obligatorias etiquetas ambientales de la DGT en el parabrisas delantero. Desde aquellos conductores que quieren presumir de su tierra de origen con pegatinas como la Cruz de la Victoria (Asturias) o aquellas pegatinas que avisan de un bebé a bordo; hasta aquellas más graciosas con memes o dibujos animados con toque humorístico.

También es muy común en España ver vinilos junto a la luz de freno trasera que exalten el patriotismo y orgullo nacional, con pegatinas como el toro de Osborne o la propia bandera de nuestro país.

Sin embargo, si estos días viajas por las carreteras nacionales es posible que te encuentres con algún burro de color negro adornando la parte trasera del vehículo pero, ¿sabes lo qué significa?

Es un símbolo de Cataluña

Este vinilo negro de un burro con el hocico y la tripa blancos es un símbolo de nacionalismo catalán. Este animal es una raza originaria de Cataluña y de los Pirineos, constituyendo a su vez una de las más antiguas que se conocen hoy en día. Son burros de talla grande que pueden llegar a alcanzar hasta los 1,65 metros.

Son animales de color marrón oscuro con el morro y la barriga blancos, de ahí los colores elegidos para la pegatina. Se cree que llegó a haber unos 50.000 burros hace años en los pueblos y ciudades en Cataluña, mientras que ahora solo quedan unos 500 ejemplares.

¿Cómo surgió la pegatina?

Con la creciente pérdida de ejemplares, el burro catalán se terminó declarando en peligro de extinción. En consecuencia, unos jóvenes de Bañolas, llamados Jaume Sala y Àlex Ferreiro, tuvieron la iniciativa de crear un adhesivo con la silueta del animal para concienciar sobre el peligro en el que se encontraba esta raza.

Gracias a esta intervención, en 2004 el burro alcanzó tanta popularidad que hoy su silueta se puede ver en forma de pegatina en coches, tazas, camisetas y llaveros, entre otros objetos. El objetivo principal era llamar la atención sobre el peligro que corría, pero más tarde ciertos colectivos adoptaron este animal como símbolo de nacionalismo catalán.

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