¿Ola de calor? El motivo por el que no tienes que ducharte con agua fría antes de dormir
Las olas de calor están siendo una constante en España. Es por ello por lo que bajar la temperatura se está convirtiendo en vital.
El verano sigue apretando con temperaturas asfixiantes y no da tregua una semana más, registrando cifras por encima de los 40 grados en algunos puntos de país. Una tendencia que supone la continuidad a un caluroso mes de julio, que de momento sigue sin darnos un respiro.
En estos casos, los consejos y recomendaciones suelen ser las mismas: bajar ventanas y persianas en las horas más calientes, beber todo el agua que se pueda, evitar las zonas más propensas en las que de la luz, cuidar a los sectores de población más vulnerables, como niños y mayores…
¿Es recomendable ducharse con agua fría antes de dormir en plena ola de calor?
Una de las cuestiones más relevantes, en cuanto a bajar la temperatura corporal por el calor se refiere, tiene que ver con las duchas. Más concretamente, con las de agua fría. En muchas ocasiones, especialmente en los meses de verano, las personas suelen utilizar este modo para refrescarse y poder huir del calor tan pegajoso que no es agradable ni saludable.
Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con este tipo de duchas. Especialmente, antes de dormir, ya que los expertos consideran que el cuerpo va a sentir que la temperatura del agua es menor que la corporal, y, de forma interna, va a generar más calor todavía. De hecho, la doctora María José Martínez aporta la solución a ‘El Debate’: ducharse con agua templada, ni fría ni caliente.
“Aunque parezca contradictorio, si aplicamos calor sobre la piel favorecemos que los vasos sanguíneos se abran, dilaten y entonces expulsen el calor”, afirma la coordinadora de trabajo de Cronobiología de la Sociedad Española del Sueño (SES).
Ducharse antes de dormir, clave para bajar la temperatura
Por otro lado, Martínez ha hecho otra recomendación que puede ser muy útil para estos meses, en los que la ola de calor va a ser una constante: ducharse antes de dormir.
“Nuestros órganos se tienen que enfriar, como ocurre con una máquina. Estos desprenden calor y a través de la piel tenemos que expulsar lo que nos sobra hacia fuera. Si la temperatura que hay en el exterior es muy superior, resulta muy complicado expulsarlo”, expresa.