Ni Parolin ni Tagle: los cardenales ‘papables’ que se sintieron derrotados por el ‘outsider’ León XIV
Desde Luis Antonio Tagle hasta el secretario de Estado del Vaticano Pietro Parolin, estos fueron los que se alegraron y se desilusionaron por el nuevo papa.

Contra todos los pronósticos, el Cónclave ha elegido a León XIV como nuevo Papa, un cardenal considerado hasta hace unos días un “outsider”, sin una maquinaria detrás ni protagonismo entre los favoritos de la “primera hora”. Nombrado cardenal por Francisco apenas dos años atrás, León XIV encarna, según los primeros análisis, una línea de continuidad moderada con el pontificado anterior, aunque aún es pronto para saber con claridad cuál será su programa.
No obstante, su elección como pontífice ha supuesto una ruptura con las expectativas que giraban en torno a nombres consolidados como el Secretario de Estado Pietro Parolin, el italiano Matteo Zuppi, el Patriarca de Jerusalén Pierbattista Pizzaballa, o el filipino Luis Antonio Tagle. Incluso entre los sectores conservadores, las esperanzas puestas en figuras como el estadounidense Raymond Leo Burke o el guineano Robert Sarah terminaron en decepción.
La opción más neutral fue Robert Prevost
Parolin, quien llegó al Cónclave con el aura de favorito gracias a su experiencia diplomática y conocimiento de la curia vaticana, parecía tener el perfil ideal para guiar a la Iglesia. No obstante, los rumores sobre su estado de salud y la creciente incomodidad respecto al acuerdo con China, que permite el nombramiento de obispos en el gigante asiático, minaron su candidatura. Fue una muestra más de que, como dicta el viejo adagio romano, “quien entra Papa al Cónclave, sale cardenal”.
Otros candidatos como Zuppi, elogiado internacionalmente por su apertura hacia los católicos LGBTQ, o Tagle, símbolo de una Iglesia con rostro asiático y cercano a Francisco, tampoco lograron la unidad necesaria entre los votantes. De hecho, sus posturas más progresistas habrían generado resistencias internas en sectores conservadores.
En ese contexto, la figura de Robert Prevost, ahora León XIV, emergió como una opción capaz de tender puentes. Su perfil discreto, sin confrontaciones ideológicas marcadas, logró reunir consensos en un colegio cardenalicio dividido. Su elección ha sido bien recibida por nombres como Michael Czerny, jesuita comprometido con el Tercer Mundo, o Kevin Farrell, camarlengo y colaborador cercano de Francisco, tal y como informa el medio italiano Corriere della Sera.
También entre los progresistas que pedían una Iglesia más inclusiva, como el arzobispo de Chicago Blase Cupich, hay sentimientos encontrados: si bien León XIV no representa una victoria directa de su corriente, tampoco es una derrota absoluta, como sí lo ha sido para los más doctrinarios.
Noticias relacionadas
En definitiva, la elección de Prevost al papado parece responder a un deseo de equilibrio en la Iglesia. Un pontífice capaz de dialogar con todas las sensibilidades, sin imponer rupturas abruptas ni retrocesos. El tiempo dirá si el nuevo Papa sabrá consolidar esa expectativa en un pontificado que comienza con sorpresa, pero también con esperanza.
¡Tus opiniones importan! Comenta en los artículos y suscríbete gratis a nuestra newsletter y a las alertas informativas en la App o el canal de WhatsApp. ¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí






Rellene su nombre y apellidos para comentar