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Ni Ámsterdam ni Milán: el peor destino europeo por las turbulencias, según un piloto de avión

Con vientos que pueden alcanzar los 95 kilómetros por hora, este destino es considerado como el peor por sus turbulencias, según afirma un piloto de easyjet

avion boeing

Las turbulencias aéreas son el gran temor de muchos pasajeros. Esas sacudidas inesperadas que le revuelven el cuerpo a más de uno son capaces de convertir un vuelo tranquilo en una experiencia de lo más desagradable. Porque, aunque volar sigue siendo una de las formas más seguras de viajar, esa sensación sigue provocando náuseas y temor en muchas personas.

No obstante, aunque no sea conocido por todo el mundo, existen rutas más y menos propensas a sufrir este tipo de fenómenos. Según el testimonio de un piloto de la línea aérea easyjet al medio británico Mirror, dependiendo de tu destino el nivel de turbulencias puede ser mayor o menor.

El peor destino si tienes pánico a las turbulencias

“Innsbruck, Austria, ubicada en un valle, es conocida por sus turbulencias severas” afirma el piloto, destacando que los fuertes vientos en ese área pueden alcanzar velocidades de hasta 95 kilómetros por hora. Estas turbulencias, explica, son causadas por fuertes vientos que se desplazan a través de los estrechos valles entre las imponentes montañas que lo rodean”.

Además, advierte que las condiciones meteorológicas de finales de verano y principios de invierno agravan las turbulencias en rutas que cruzan la costa adriática.

En términos generales, los meses más complicados para volar son de noviembre a marzo, cuando las tormentas son más frecuentes y los aeropuertos cercanos a los Alpes enfrentan turbulencias generadas por las características del terreno.

Consejos para evitar turbulencias

Para quienes temen estos sacudones en pleno vuelo, el piloto ofrece un consejo práctico: elegir asientos en la parte delantera del avión. “Debido al centro de masas, cuanto más atrás te sientes, más sentirás los movimientos al rebotar”, afirma.

Aunque volar a Innsbruck pueda ser un desafío para los más nerviosos, los expertos recuerdan que, con la tecnología y preparación actuales, las turbulencias raramente representan un riesgo para la seguridad del vuelo. Sin embargo, es algo que pocos olvidan al surcar los cielos alpinos.

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