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Multa sin precedentes a las aerolíneas “low cost” por cobrar equipaje de mano

Según ha señalado Cadena SER, Ryanair tendrá que hacerse cargo del 60% de la multa ya que como declara el Ministerio de Consumo, es un derecho propio de cada pasajero.

Una falsa amenaza de bomba aterroriza a un vuelo de Ryanair Tenerife-Santiago.

El Gobierno multa con 179 millones de euros a las compañías aéreas de bajo coste, entre las que se encuentran Vueling, Easy Jet o Ryanair entre otras, por cobrar el equipaje de mano y la impresión de billetes a sus pasajeros. Según adelanta Cadena SER, el Ministerio de Consumo ya abrió expediente e inició un investigación a fondo hace más de un año, con la que ya hay una sentencia firme. Ryanair, la compañía de vuelos “low cost” por excelencia, tendrá que hacer frente al 60% de la multa impuesta, ya que como aclaran desde el Gobierno, buscan disuadir a las compañías de que sigan realizando un cobro , por algo que en realidad son derechos del pasajero.

Desde el departamento de Pablo Bustinduy explican, que se imponen estas sanciones a las aerolíneas de bajo coste por realizar cobros extras a sus clientes, en tónica del equipaje de mano, selección de asientos a padres que van con sus hijos en los vuelos e incluso por la impresión de las tarjetas de embarque.

Sanciones millonarias

La sanción es muy contundente económicamente hablando, debido a que el departamento de Bustinduy califica de “muy graves” las infracciones. En este sentido, han aplicado el régimen de competencias que el Gobierno asumió en junio de 2022, que permite realizar sanciones económicas entre 6 y 8 veces mayor al beneficio obtenido por la compañía.

Ryanair es la compañía que peor parada sale de esta investigación, puesto que tendrá que hacerse cargo del 60% de la multa impuesta por el Gobierno, que equivale a una sanción de 107 millones de euros. En segundo lugar, la compañía más afectada es Vueling, que hará frente al 37% de la multa, equivalente a 39 millones de euros. Volotea y Norwegian, también serán sancionadas con 1,2 millones y 1,6 millones de euros, respectivamente.

Lo que el Gobierno pretende conseguir imponiendo estas duras sanciones económicas, es reducir el cobro extra a sus pasajeros por algo que se considera propio derecho de los clientes. Con esta práctica, las compañías aéreas obtienen entre 22 y 30 millones de beneficio ilícito.

¿Qué va a ocurrir ahora?

La multa por estas sanciones irregulares es un hecho. Ahora bien, ¿Dónde va a parar esto?. Pues bien, la compañías aéreas pueden recurrir las sanciones ante la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Nacional, en un plazo de dos meses. Sin embargo, la práctica en el cobro de las tarjetas de embarque puede empezar a cambiar a partir de ahora por varios motivos:

El primero de ellos, es que aunque las compañías recurran, la Audiencia Nacional puede imponer medidas cautelares hasta que el proceso se resuelva. En este sentido, si la cautelar es suspender el pago, todo esto seguirá, no obstante si la cautelar es suspender esta práctica hasta que haya una sentencia firme, los pasajeros podrán verse influidos en los precios de los vuelos. En segundo lugar, porque ya hay jurisprudencia que sanciona estos cobros extra, como hechos abusivos por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. La sentencia del Tribunal expone que “las compañías aéreas tienen el derecho a determinar las medidas y pesos del equipaje de mano que permiten a bordo, pero no les da la prerrogativa de cobrar por ese equipaje”.

Por su parte las aerolíneas han comunicado que esta sanción impuesta por el Gobierno repercutirá directamente en los precios de los billetes. Además, han señalado que esta sanción es una práctica “manifiestamente ilegal”.

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