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Mbappé, sobre los disturbios en Francia: “La violencia debe terminar”

El capitán de la selección francesa ha afirmado en un comunicado que, aunque comprenden el fondo “de la cólera popular”, llaman al “apaciguamiento, la concienciación y la responsabilidad”.

Kylian Mbappé, jugador del PSG, durante un partido.
FRANCK FIFEAFP

El capitán de la selección francesa, Kylian Mbappé, ha pedido que cesen los disturbios en Francia. “La violencia debe terminar”, ha afirmado en un comunicado publicado en redes sociales en el que habla en primera persona del plural. En el texto afirma que, aunque comprenden el fondo “de la cólera popular”, llaman al “apaciguamiento, la concienciación y la responsabilidad”. De hecho, el de Bondy, como Tchouameni, ya se había pronunciado: “Me duele Francia, una situación inaceptable”.

Francia lleva cuatro días de disturbios por el asesinato de Nahel, un joven de 17 años que falleció por los tiros de un Policía en Nanterre (cerca de París). El adolescente, de ascendencia árabe, recibió el disparo el pasado día 27 cuando trataba de huir de un control policial. Un incidente que ha abierto el debate sobre la violencia policial en el país vecino. El autor del disparo está detenido y se le investiga por homicidio voluntario.

Comunicado íntegro:

“Como todos los franceses, estamos marcados y conmocionados por la brutal muerte del joven Nahel. En primer lugar, nuestro pensamiento está con él y su familia, a quienes expresamos nuestras más sinceras condolencias.

Obviamente, no podemos permanecer insensibles a las circunstancias en las que se produjo esta muerte inaceptable.

Desde este trágico evento, hemos sido testigos de la expresión de una cólera popular cuyo fondo comprendemos, pero cuya forma no podemos consentir. Como muchos de nosotros procedemos de barrios populares, compartimos ese sentimiento de dolor y de tristeza. Pero ese sufrimiento se suma al dolor de asistir impotentes a un verdadero proceso de autodestrucción. La violencia no resuelve nada, y menos cuando se vuelve inexorable e incansablemente contra quienes la expresan, sus familias, seres queridos y vecinos.

Son vuestras propiedades las que estáis destruyendo, vuestros barrios, vuestras ciudades, vuestros lugares de plenitud y de proximidad.

En este contexto de extrema tensión, no podemos quedarnos en silencio y nuestra conciencia cívica nos alienta a hacer un llamado al apaciguamiento, la concienciación y la responsabilidad. La de los actores sociales, padres, hermanos mayores o menores de nuestros barrios, que deben trabajar para devolver la paz a nuestras ciudades. La “convivencia” a la que estamos apegados está en peligro, y es responsabilidad de todos preservarla.

Hay otras formas pacíficas y constructivas de expresarnos. Ahí es dónde deben centrarse nuestras energías y pensamientos.

El tiempo de la violencia debe terminar y ser sustituido por un tiempo de duelo, diálogo y reconstrucción”.