NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

DESAPARICIÓN

Los datos que hay de la desaparición de la americana Ana Knezevich en Madrid: “Es forzosa...”

Desde el pasado 2 de febrero no hay movimientos en sus tarjetas bancarias y los últimos mensajes de su teléfono móvil no parecen estar escritos por ella. El principal sospechoso es su marido.

Actualizado a
Los datos que hay de la desaparición de la americana Ana Knezevich en Madrid: “Es forzosa...”
Asociación SOS Desaparecidos

Ana María Knezevich Henao, una mujer estadounidense de 40 años, desapareció el pasado 2 de febrero en Madrid. Tras más de 20 días desaparecida, no se ha conseguido esclarecer ningún detalle sobre un episodio que ha generado cierta polémica en las redes sociales.

¿Fue secuestrada? ¿Quedó con alguien el día que se le perdió la pista? ¿Estaba fingiendo tener una vida exitosa cuando en realidad estaba llena de problemas? ¿Por qué cambió unos planes que ya tenía programados desde hace varios días? Hay muchas incógnitas por resolver.

Muchas preguntas, pocas respuestas

La mujer, dueña de una exitosa empresa en Estados Unidos, se instaló en Madrid el pasado mes de diciembre después de pasar por un duro proceso de divorcio iniciado hace un año con su marido, David Knezevich, pero que no ha llegado a efectuar.

Desde entonces, vivía de alquiler en el barrio de Salamanca. Sus últimos movimientos antes de desaparecer, según le transmitió a una amiga suya, fueron para ir a visitar un piso más en su búsqueda de un lugar en el que establecerse a largo plazo en la capital.

Los hechos

Precisamente, dos amigas suyas fueron las que recibieron varios mensajes el día 3 que les causaron extrañeza. En ellos, les contaba que había conocido a una persona y que, en esos momentos, estaban emprendiendo un viaje a un lugar a dos horas de Madrid en el que apenas tendría cobertura.

Sin embargo, los mensajes fueron enviados con tres horas de diferencia, uno en inglés y otro en castellano y con frases impropias de Ana María, lo que les hizo sospechar que no los enviaba ella. Al día siguiente, una de las amigas trató de localizarla en su casa y, ante la falta de respuestas, llamó a la policía.

Los bomberos, tras acceder a la vivienda a través de una ventana, no encontraron nada sospechoso: el desorden era el habitual y no le faltaba ninguna de sus pertenencias. Muy preocupada, el día 4 interpuso una denuncia ante la Policía Nacional, que inició una investigación que de momento no ha dado sus frutos.

A tener en cuenta

Sus planes de establecerse en Madrid, los mensajes sospechosos y los planes que tenía próximamente (la visita de una amiga extranjera esa misma semana o un viaje a Barcelona el día 5) hacen que sea difícil imaginar que se trata de una desaparición voluntaria.

El presidente de la Asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, ha manifestado que es imprescindible rastrear la geolocalización de su teléfono, hacer una copia de su tarjeta SIM, visualizar las múltiples cámaras que hay en el barrio de Salamanca y recabar todos los testimonios posibles.

El principal sospechoso: su marido

Obviamente, éste ha mostrado su preocupación ante la situación. Y es que en sus 14 años de servicio, apenas recuerda unos pocos casos similares. Y, desafortunadamente, no acabaron bien. En una conversación con ‘elcierredigital.com’, Amills ha señalado que “desde el primer día estamos diciendo que no es una desaparición voluntaria, sino forzosa”.

Además, ha añadido de manera contundente: “El paso del tiempo no está haciendo más que darnos la razón. Este caso no encaja con una desaparición voluntaria, no encaja que no se presentara para el viaje y lo que menos encaja es que los dos mensajes que envió a sus amigas son falsos”.

Según la información facilitada, Ana María mide 1,45 metros de estatura, es de complexión delgada y tiene el pelo largo, castaño y ondulado y los ojos marrones.

El principal sospechoso es su marido, con quien había tenido problemas para llegar a un acuerdo económico del alto patrimonio que compartían. De origen serbio, Knezevich tenía varios pasaportes con identidades distintas, pero ha aseverado no saber nada. Su colaboración es nula.

El entorno de Ana María ha aseverado que, en la actualidad, no tenía pareja sentimental ni estaba conociendo a nadie. Esta sospecha ha provocado que sus familiares y amigos hayan lanzado un crowdfunding para contribuir a su búsqueda y conseguir la financiación necesaria para contratar a un investigador privado. La próxima semana será clave en la investigación.

Normas