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SOCIEDAD

Los seis volcanes españoles que pueden entrar en erupción

Estos son: El Croscat, el Timanfaya, el Teide, el Teneguía, el Tagoro y el Tajogaite. Los equipos de sismología de la zona deben mantenerse alerta para prevenir una catástrofe como la de Cumbre Vieja.

Los seis volcanes españoles que pueden entrar en erupción
UnSplash

Los volcanes son fenómenos geológicos fascinantes y poderosos que pueden entrar en erupción, liberando una gran cantidad de energía y materiales volcánicos hacia la superficie de la Tierra. Algunos volcanes presentan una actividad eruptiva regular, mientras que otros pueden permanecer inactivos durante largos periodos de tiempo y luego experimentar erupciones repentinas e impredecibles.

En España hay alrededor de 130 volcanes, aunque muy pocos tienen la probabilidad de entrar en erupción. Ahora bien, esporádicamente la naturaleza impone su ley y nos sorprende con eventos como el de La Palma en 2021, que tuvo unas consecuencias devastadoras para la población del lugar.

Volcanes españoles que pueden entrar en erupción

Los volcanes españoles que pueden entrar en erupción, a día de hoy, son:

  • El Croscat. Ubicado en la comarca volcánica de la Garrotxa, en Girona. Fue el último volcán de la Península en entrar en erupción, hace más de 13.000 años. Tiene un cráter en forma de herradura de alrededor de 20 kilómetros cuadrados. Pese a que hace miles de años que no se registra actividad, los expertos indican que no puede descartarse una erupción.
  • El Timanfaya. Es un Parque Natural volcánico situado en la isla de Lanzarote, en Canarias. Su última erupción fue en 1824. Después de la reciente erupción en Cumbre Vieja, los expertos especularon sobre la posibilidad de que el archipiélago canario estuviera entrando en un período de actividad volcánica.
  • El Teide. Este volcán es, a la vez, el pico más alto de España. Ubicado en la isla de Tenerife, en las islas Canarias, su última erupción tuvo lugar en 1909. En 2004, el Teide ya puso en alerta a los sismólogos españoles tras presentar una ligera actividad. Según los expertos, la probabilidad de una erupción de magnitudes menores de aquí al 2060 es del 11,1%.
  • El Teneguía. Ubicado en el municipio de Fuencaliente, en la isla de la Palma. Su última erupción se registró en 1971. Aunque España no es un país en el que se registren numerosas erupciones, las probabilidades de que se produzcan en un volcán de esta zona son bastantes altas.
  • El Tagoro. El penúltimo episodio de erupción en el archipiélago canario fue el del volcán submarino en la isla del Hierro, en 2011, el cual fue bautizado como Tagoro. Al ser un volcán submarino, es difícil concretar la datación y evaluar su comportamiento a futuro.
  • El Tajogaite. Es el volcán más joven de la isla de la Palma. Tiene una altura de 1.120 metros sobre el nivel del mar, un eje mayor de 172 metros y un eje menor de 106 metros. 

Posibles consecuencias

Las erupciones volcánicas pueden tener diversos impactos en el entorno y en las comunidades cercanas. La liberación de gases volcánicos puede causar problemas de salud y afectar la calidad del aire. Asimismo, la lluvia de cenizas volcánicas puede dañar cultivos y dificultar el suministro de agua.

Por si esto fuera poco, los flujos de lava pueden destruir gravemente áreas habitadas y lahares (avalanchas de lodo volcánico) pueden ser desencadenados por la fusión del hielo y la nieve en las laderas del volcán, representando un peligro adicional.

Los equipos de sismología, en alerta

En definitiva, los volcanes en erupción son fenómenos impresionantes que despiertan el asombro y el respeto de la humanidad. Su estudio es esencial para comprender mejor la dinámica de nuestro planeta y desarrollar así estrategias de prevención y mitigación de desastres naturales estrechamente vinculadas con la actividad volcánica.

En la actualidad, los expertos no pueden saber si un episodio como el de Cumbre Vieja se repetirá en uno o cien años. Sin embargo, los equipos de sismología de la zona tienen que mantenerse alerta para prevenir una catástrofe como la sucedida hace varios años, que destruyó 2.000 edificaciones en el Valle de Aridane y arrasó más de 1.000 hectáreas de terreno.