Los países donde puedes tener problemas con tus tatuajes
En España los tatuajes están muy aceptados entre la sociedad, pero existen algunos países que pueden llegar a impedirte la entrada a un sitio público o deportarte.
Los tatuajes están muy normalizados en nuestro país. Cerca del 42% de los españoles tiene, como mínimo un tatuaje. Son muchos los que deciden plasmar con tinta en su piel algunas memorias o recuerdos de su vida que no merecen ser olvidados, pero esta práctica tan habitual puede traer problemas en algunos países.
Países con restricciones
En Birmania o Sri Lanka, pese a que los tatuajes están aceptados, hay una prohibición que considera ilícitos e irrespetuosos los tatuajes de Buda. Quienes decidan estampar esta figura en su piel pueden tener problemas con las autoridades, como en el caso de una turista británica que en 2014 le impidieron la entrada a Sri Lanka por llevar un tatuaje de Buda en su brazo. En Tailandia pasa algo parecido, los tatuajes son bienvenidos, pero consideran a Buda como una figura sagrada. Para evitar que los lugareños plasmen esta imagen es su piel existe una ley que lo prohíbe.
En Japón no está permitida la entrada a saunas o centros públicos en algunos bares o gimnasios. Es más, en la entrada de algunos de estos locales, pueden verse carteles que prohíben explícitamente la entrada a quienes tengan estos dibujos de tinta en su piel.
En otros países como Irán, los hombres tatuados no deberían tener problemas, pero, en el caso de las mujeres tendrán que esconderlos debajo de la ropa para ceñirse así a los códigos islámicos.
En Emiratos Árabes Unidos, los tatuajes son poco comunes y están considerados como una forma de autolesión. Quienes quieran ostentar un cargo público como el de policía o miembro del ejército no pueden tener tinta en su piel. Los visitantes a este país deberán tapárselos para que no les sean vistos. En EAU, son muy comunes los tatuajes temporales de henna, un tinte natural que permite hacer diseños en la piel que duran un par de semanas y, a diferencia de los de tinta convencional, no son considerados contrarios a la religión.