Los marcadores que usan los ladrones para el robo de casas: así señalan las viviendas vacías

Los ladrones de casas tienen toda una batería de trucos y formas de conducir su actividad criminal con la máxima eficacia. Es cierto que no todos tienen el mismo modo de proceder. Y que, evidentemente, no todos son igual de hábiles y sigilosos. Pero, a pesar de la divergencia de matiz, todos comparten una serie de conocimientos. Lugares comunes en la profesión que sirven para hacer la fechoría más abordable.

Una de las mayores preocupaciones de los cacos es la de comprobar, antes de entrar a robar a un sitio, si hay gente dentro. Esto responde a múltiples razones. Una casa deshabitada significa que no habrá testigos, ni posibilidad de encontrar resistencia ni necesidad de emplear la violencia. Hace el hurto más limpio, rápido y fácil. Por eso, el gremio hace uso de sus depuradas técnicas antes de seleccionar un punto de futuro asalto.

Una de las más comunes es la de los marcadores. Es extraordinariamente sencilla. Consiste en dejar algo en la hendidura de la puerta -por ejemplo, un papel-. Si, al regresar, observan que el marcador ha caído al suelo o ha desaparecido, quiere decir que alguien ha estado abriendo y cerrando la puerta, y que por lo tanto la casa está habitada.

Vigilancia y prevención

Este es solo uno de los muchos viejos trucos. La vigilancia es una parte fundamental de esta forma de delincuencia. También son habituales las marcas en los telefonillos. Dejando pequeñas señales o arañazos al lado de cada número de piso, los malhechores pueden saber más adelante cuáles son los objetivos más asequibles. Pueden indicar cosas como si hay personas normalmente en casa o si vive alguien solo.

Es importante estar atento a cualquier señal que pudiera parecer sospechosa en nuestro hogar. En caso de tener dudas razonables sobre si nuestra casa está siendo sometida a escrutinio por algún ladrón, podría ser pertinente contactar con las autoridades en busca de consejo y, de confirmar estas la existencia de señales, tomar medidas de seguridad adicionales que prevengan cualquier hecho fatídico.