Los lugares en los que la DGT prohíbe usar los triángulos de emergencia
Desde este verano queda eximida la obligación de colocar estos elementos de señalización en autovías y autopistas por el alto número de fallecidos en este tipo de vías al bajar del vehículo.
Las carreteras suelen ser protagonistas fatales de la época estival. La cifra de fallecidos en estos meses es siempre muy alta, circunstancia que lleva a la Dirección General de Tráfico (DGT) a tomar cartas en el asunto. Una de las últimas novedades al respecto afecta directamente a algo que todos los conductores llevan -o deberían llevar- en sus vehículos y que nunca quieren tener que sacar: los triángulos de emergencia.
Se trata de un cambio en su uso. En resumidas cuentas, la DGT ha eximido su utilización en autopistas y autovías desde el inicio del mes de julio en los casos de inmovilización del vehículo por causa de accidente o avería. No obstante, todavía es obligatorio en aquellos casos en los que estas circunstancias tengan lugar en vías convencionales.
El objetivo: reducir siniestros viales
Desde el organismo vial aseguran que este cambio se ha introducido por el “elevado número” de personas que pierden la vida por atropello en autovías y autopistas (vías de alta capacidad). Cuando el conductor para el vehículo y se desplaza para colocar la señalización se ve obligado a caminar por el arcén o, por lo menos, a permanecer en él, lo que “incrementa notablemente” el peligro.
En este tipo de vías, donde la velocidad y la intensidad del tráfico es mucho mayor que en otras, se torna necesario para el organismo tomar esta decisión, ya que se compromete “gravemente la seguridad de las personas al tener que transitar a pie por la calzada”. Esta denuncia concreta ya ha sido previamente eliminada en otros países, tales como Reino Unido, y representa un tema de debate en muchos otros.
El año pasado un total de 42 personas perdieron la vida en siniestros viales por bajarse del vehículo. Tal y como especificó el director general de Tráfico, Pere Navarro, se trata de una respuesta ante algo que muchas veces, en lugar de sumar, resta. “Algo había que hacer. Bajarse y poner el triángulo a 50 metros es un riesgo y más en carreteras de alta velocidad, que hay mucho tráfico”, ha asegurado.