Los casos en los que se puede denegar una custodia compartida en España
La distancia o la incompatibilidad horaria podría ser un motivo si los tribunales consideran que afecta la vida normal de los niños.
El divorcio es complicado, y cuando hay hijos, todo se vuelve aún más difícil. La custodia compartida, donde ambos padres comparten la responsabilidad de cuidar a los niños, suena bien en teoría, pero puede generar problemas prácticos y emocionales, por lo que es importante abordar estos temas con sensibilidad y justicia para proteger el bienestar de los niños que están pasando por la separación de sus padres.
Uno de los motivos que podría llevar a la denegación de la custodia compartida es la falta de conocimiento por parte de uno de los progenitores sobre la vida de sus hijos. En situaciones donde un padre o madre ha delegado completamente en el otro progenitor o en terceros los cuidados y responsabilidades cotidianas, los tribunales podrían interpretar este desconocimiento como una falta de compromiso y conexión con los hijos.
En casos más delicados, la existencia de un procedimiento penal en el que uno de los padres esté siendo investigado puede ser un factor determinante en la denegación de la custodia compartida. Si el proceso penal involucra delitos graves que pongan en riesgo la vida, integridad física, libertad o bienestar de los hijos, la ley establece que la custodia compartida es incompatible en estas circunstancias.
La relación entre los padres y la distancia también influyen
La mala relación entre los padres puede afectar, pero solo se rechazaría la custodia compartida en situaciones de hostilidad extrema que perjudiquen seriamente a los hijos. La distancia o la incompatibilidad horaria podría ser un motivo si los tribunales consideran que afecta la vida normal de los niños, especialmente si ya van a la escuela.
El deseo de los hijos cuenta a partir de los 12 años, cuando deben ser escuchados en el procedimiento judicial. Si expresan un claro rechazo a la custodia compartida, esto podría influir en la decisión.
En cuanto a la lactancia materna, aunque históricamente se favorecía a la madre, la jurisprudencia está evolucionando. Aunque la lactancia no debería ser un obstáculo automático, en casos específicos, podría postergarse la custodia compartida hasta que el menor no dependa exclusivamente de la lactancia.