Los apellidos españoles se dividen en cuatro tipos: comprueba a cuál pertenece el tuyo
El nombre y composición de cada apellido puede aportar algún tipo de información importante sobre sus antiguos portadores.

Conocer el pasado nos permite saber un poco más sobre nosotros, de dónde vienen nuestras culturas, cuál es nuestra historia, cómo eran nuestras familias. Todo ello ha quedado plasmado en nuestros apellidos, un lazo al pasado que nos permite saber un poco más sobre él.
Según Okdiario, los expertos han creado cuatro tipos principales de apellidos españoles en los que se pueden clasificar. Según la categoría a la que pertenezcan, el apellido en cuestión puede dar una cierta información sobre su origen. Entre estas categorías están los apellidos patronímicos, toponímicos, derivados de nombres comunes y derivados de oficios o profesiones.
¿A qué tipo de apellido pertenece el tuyo?
- Patronímicos
Este tipo de apellidos indican el nombre del padre o antepasado del que se origina. Son muy comunes en España y en algunos países hispanohablantes. Entre ellos destacan algunos como Pérez, que significa “hijo de Pedro”; Sánchez, “hijo de Sancho”, o Fernández, “hijo de Fernando”. Este tipo de apellidos suelen terminar en -ez, -az, -iz, -oz, -uz, pero también se han dado casos de terminaciones como -es, -as, -is, -os y -us.
- Toponímicos
En esta categoría entran todos los apellidos cuyo significado indica el lugar de origen o de residencia del portador de sus antepasados. Según informa la cuenta de la red social de YouTube Curiosamente, algunos ejemplos de estos apellidos son Torres, Castellano o Castillo, todos ellos provenientes de Castilla. Otros ejemplos son Navarro y Navarrete, ambos provenientes de Navarra.
- Derivados de nombres comunes
Muy parecidos a los patronímicos, esta categoría de apellidos se basa en algún rasgo físico, moral o religioso del portador o de sus antepasados. El apellido Rubio es un claro ejemplo de cómo un rasgo físico de un antepasado se ha quedado plasmado en sus descendientes. Otros ejemplos como Bravo eran motivos de un acto valeroso o de personas a las que se les consideraban valientes. Cruz, por ejemplo, puede significar “cruzado” o “devoto de la cruz”. Este tipo de apellidos no son tan comunes como los anteriores, pero también se encuentran en España y en otros países hispanohablantes.
- Derivados de oficios o profesiones
En esta categoría se encuentran todos los apellidos cuyo significado recae sobre la actividad laboral o social del portador o de sus antepasados. Algunos ejemplos son Tejedor, Pastor, Herrera o Molina, este último proveniente del trabajo de un molinero. Este tipo de apellidos son menos comunes que los patronímicos y los toponímicos, pero también son comunes en España y en países de habla española.
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Pero no todo se reduce a estos cuatro tipos: también hay apellidos que proceden de apodos basados en el sobrenombre del portador, como pueden ser los casos de Gordo o Largo.
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