Le amputan las piernas cuando solo acudió al médico por un resfriado

Un hombre escocés de 34 años, Mathew James Hicks, acudió el pasado mes de marzo al hospital por un fuerte constipado, pero el diagnóstico fue peor de lo esperado: una sepsis, la cual es una afección médica grave causada por una respuesta inmunitaria fulminante a una infección.

Este joven presentó malestar y fiebre hace tres meses. Ante el aparente resfriado decidió ingerir un paracetamol para reducir los síntomas, según informa el ‘Daily Record’. Al no mejorar y no ser capaz de controlar la fiebre, su mujer decidió alertar a Emergencias en búsqueda de ayuda sanitaria.

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El paciente fue trasladado en ambulancia al hospital escocés Aberdeen Royal Infirmary Hospital. Una vez allí, los sanitarios le realizaron una serie de exámenes médicos que confirmaron el grave diagnóstico. En concreto, James sufría sepsis, estreptococo A y neumonía en el pulmón derecho.

Ante la gravedad de la situación y las medidas tomadas para intentar mantener con vida al paciente, los médicos se vieron obligados a amputarle las dos piernas. “Nos sentimos muy aliviados cuando nos dijeron que Mathew se había recuperado, pero luego nos dieron malas noticias sobre la amputación”, relató su esposa al medio escocés.

Su mentalidad ha cambiado

Los sanitarios indujeron al coma a Hicks cuando sus órganos comenzaron a cerrarse para poder salvar su vida. Cuando se despertó dos semanas después, la sangre no llegaba a sus pies y se procedió a la amputación de ambas piernas por debajo de la rodilla.

Tras doce semanas ingresado, Hicks recibió el alta. Y aunque su cuerpo ha cambiado, su mentalidad también: “Mi perspectiva de la vida ha cambiado. Antes de mi enfermedad trabajaba tanto como fuera posible, pero ahora me doy cuenta de que el trabajo no lo es todo y planeo pasar más tiempo disfrutando de la vida y estar más tiempo con mi familia”.

¿Qué es la sepsis?

La sepsis es una respuesta potencialmente mortal del cuerpo a una infección. También se la conoce como ‘envenenamiento de la sangre’. Ocurre cuando el sistema inmunológico del cuerpo tiene una reacción abrumadora a una infección bacteriana, viral o fúngica que se propaga por todo el organismo. De ahí que James la confundiera con un resfriado común.

Cuando una persona tiene una infección, el sistema inmunológico generalmente responde liberando sustancias químicas para combatir la infección. Sin embargo, en algunos casos, esta respuesta puede descontrolarse y propagarse rápidamente por todo el cuerpo, causando inflamación generalizada y daño a los tejidos y órganos.

Aunque puede afectar a personas de todas las edades, es más común en personas con sistemas inmunológicos debilitados, como los recién nacidos, los ancianos, las personas con enfermedades crónicas o aquellos que han sufrido lesiones graves a lo largo de su vida.