Las siete cosas que llaman la atención a un estadounidense de la vida en España

Cuando uno se muda de ciudad, echa de menos su rutina, su cotidianidad. Cuando se muda de país, el choque cultural puede ser tan intenso que en lugar de aprender, disfrutar y sentir la experiencia como algo enriquecedor, todo se convierte en extraño y te puede llegar a producir rechazo.

Esa adaptación, o no, hará que la experiencia sea maravillosa o una tortura. Y dado que las redes nos permiten conocer las experiencias de diferentes ciudadanos por todo el mundo, un joven estadounidense ha hecho un listado de las siete cosas que más le llaman la atención de la vida en España.

Damian, que comparte sus vídeos con todo el mundo con el #dameinSpain, narra el choque cultural de ser turista, desconocer el idioma, e intentar hacer una vida cotidiana donde nada es lo que él conocía y todo le parece raro.

Para empezar, la fecha de caducidad de los alimentos. En España se escribe primero el día y luego el mes, cuando en Estados Unidos es al contrario, algo que se enseña en el colegio desde Primaria cuando se aprenden otros idiomas.

A Damian le molesta que la nevera te avise si se queda abierta, que según el tipo de modelo, marca, puede variar entre los 30 segundos, o más. Que se le estropeen los alimentos no entra en su rutina en TikTok.

Damian está realmente contrariado del modo en que los picaportes se ponen en las puertas en España, ya que para él, están en el medio y no son cómodas. De la distribución de las viviendas de momento no ha dicho nada.

Respecto a los carriles en la carretera, es algo que no comprende, ¿qué es eso de que haya sólo dos o tres carriles en el mejor de los casos? No le recomendaremos que acuda a la España vaciada a ver el estado de las carreteras porque igual pide cita con el ministro de Transportes.

Igual le ocurre con las rotondas, la oferta de salidas le parece excesiva. “Ellos solo tienen esas gigantes rotondas con diez diferentes salidas”, ha afirmado el tiktoker.

Todo el mundo sabe que los colores cada uno los vemos de una manera diferente. Es algo que se enseña también en el colegio, se llama percepción, y lo gestiona el cerebro. Podríamos explicarle a Damian que el color que cada uno ve corresponde a las longitudes de onda que rebotan en ese objeto, pero a lo mejor también se queja. Tal y como ha hecho con la Fanta de naranja, que para él es amarilla.

O el jamón, un alimento que no había visto nunca (igual podemos explicarle la ley de exportación de productos cárnicos a Estados Unidos), y ahora ve jamón por todas partes, cosas de que el cerdo se importara a España en época de los fenicios en el año 1.100 a.C., y España sea uno de los máximos productores a nivel mundial, pero tal vez la Historia tampoco es el fuerte de Damian.

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