Las partes del cuerpo donde siempre se nos olvida echarnos protección solar en verano
El cuero cabelludo, las orejas, los párpados o los labios son algunas de las partes que debes proteger. Y, sobre todo, con la llegada de las olas de calor a España.
El sol es una gran fuente de energía renovable, así como una excelente fuente de vitamina D. Y, sobre todo, en verano. Ahora bien, exponerse a sus efectos de forma prolongada puede conllevar serias repercusiones para la salud del cuerpo.
Según los expertos, la única manera de paliar los efectos negativos del sol es hacerlo a través de un protector solar de calidad. Sí, por eso insisten tanto tus padres antes de meterte a la playa o a la piscina. Y es que se trata de algo que nunca debe de faltar en tu rutina diaria de belleza.
Explicación
Eso sí, la crema para protegerte de los efectos del sol no tiene que utilizarse para la playa o en los días soleados. También debe aplicarse durante el invierno y en los días lluviosos o nublados. ¿El motivo? Está claro: se cree que es aquí cuando más efectos negativos recibimos de la radiación solar.
De acuerdo a la información proporcionada por ‘La Roche Posay’, marca farmacéutica del grupo L’Oreal, es conveniente saber que el sol te afecta incluso si estás en casa o simplemente sales a la terraza a tomar el aire. Ante estas situaciones, también recibes los rayos UVA y la luz visible, dos responsables del daño solar crónico en el organismo.
Zonas más inusuales donde aplicar la protección solar
Aunque la mayoría de las veces nos limitamos a su aplicación en el rostro, no hay que olvidar otras áreas de la piel que quedan al descubierto.
Estas son:
- Cuero cabelludo. Hay dos opciones: podemos poner sobre la cabeza una gorra o sombrero que nos proteja o aplicar un protector solar específico para cuero cabelludo. La segunda es más efectiva.
- Orejas. Suelen quemarse si no las protegemos porque, a menudo, tendemos a recogernos el pelo o tenerlo directamente corto. Es imprescindible añadir crema en los lóbulos externos de las orejas.
- Cuello. El cuello y el escote es una de las zonas donde más se refleja el daño y las marcas que deja el paso del tiempo. No hay que olvidarse echar crema en esta zona.
- Párpados. Al ser una zona complicada, es conveniente elegir un protector solar físico con pocos ingredientes activos. Debe ser el último paso de la rutina de cuidado facial.
- Labios. Con la crema, mantendrás en orden las quemaduras y las antiestéticas pielecitas.
- Manos. Están constantemente expuestas al sol y, por ende, necesitan una protección solar. Cada vez que te laves las manos debes volver a aplicar la protección solar.
- Glúteos. Debes aplicar también el protector en las partes de los glúteos que queden fuera del bikini o del bañador.
- Rodillas. Al ser algo usual que terminen enrojecidas, es otra zona que te debes apuntar.
- Empeines y dedos de los pies. Los especialistas recomiendan aplicar protección a diario en los pies, ya que esta es una zona común para padecer cáncer de piel.
Más efectos positivos
Además del factor salud, usar protector solar todos los días contribuye a retrasar el envejecimiento de la piel. Si te proteges del exposoma todos los días, podrás retrasar que la piel se torne flácida, que aparezcan arrugas y manchas. Es decir, serás joven por más tiempo.
Al elegir, es importante uno que tenga un alto factor de protección solar (FPS). Cuanto mayor sea el FPS, mayor será la protección contra los rayos UV del sol. Y no solo eso: es mejor utilizar alguno que sea resistente al agua y al sudor, en especial si planeas estar al aire libre durante largos períodos de tiempo.
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