Las cinco patrulleras averiadas de la Guardia Civil que eran capaces de enfrentarse al narcotráfico llevan meses dañadas
Pese a que Grande-Marlaska aseguraba estar “ganando la batalla” contra el narcotráfico, las cinco grandes patrulleras de Barbate se encontraban con problemas en los motores y los sistemas.
El pasado viernes, dos agentes de la Guardia Civil fallecieron después de que una narcolancha embistiese contra ellos en medio de una persecución en la que se encontraban en desventaja debido a los escasos medios que tiene la Guardia Civil en Barbate. Ese mismo día, Fernando Grande-Marlaska, ministro del Interior, alardeó durante su estancia en Algeciras de estar “ganando la batalla” contra el narcotráfico en Gibraltar.
Tras la tragedia, los ciudadanos, familiares y compañeros de los agentes caídos han protestado al ministro la gestión de los medios que tienen las fuerzas de seguridad para contrarrestar al narcotráfico. “El ministro está mintiendo descaradamente y exigimos su dimisión inmediata porque la realidad es que no tenemos medios materiales ni humanos para luchar contra el narcotráfico”, denuncia Pedro Carmona, portavoz de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), al 20 Minutos.
Actualmente, la Guardia Civil de Cádiz cuenta con muy pocos medios para plantarle cara al narcotráfico en su zona, y cinco de las patrulleras que tiene el cuerpo, las cuales eran suficientes para hacer frentes a los narcos, se encontraban averiadas y su reparación no se efectuó debido a la falta de presupuesto. “Dos compañeros han muerto en Barbate porque salieron con una zódiac a interceptar una embarcación cinco veces más grande. Hay que depurar responsabilidades políticas y también operativas, porque los altos mandos que dieron la orden de salir con esa zódiac también tienen que dimitir”, asegura Carmona.
Según han señalado fuentes de la Guardia Civil, algunas de las patrulleras averiadas se encontraban en ese estado desde diciembre del año pasado. En concreto, la patrullera “Río Águeda”, se encontraba con el motor de babor dañado desde el 4 de febrero; la “Río Irati” tenía roto el sistema de fondeo desde el 1 de diciembre de 2023; la “Río Ulla” salió del muelle una semana antes del incidente, pero tuvo que volver al taller por una pérdida de refrigerante en el intercambiador; la “Río Cedena” tenía el motor auxiliar averiado desde el miércoles anterior; y la “S20″ lleva con un motor gripado desde el 4 de enero.
Resultados insuficientes
El Gobierno de España lleva décadas combatiendo al narcotráfico en sus aguas, y según los datos del Ministerio del Interior, la Policía Nacional y la Guardia Civil han realizado un total de 22.207 operaciones contra el narco en el Campo de Gibraltar y 19.907 detenciones por delitos de narcotráfico o contrabando, desde el 1 de agosto de 2018. Pese a esos datos que Marlaska ha calificado de “positivos”, y a las 1.668 toneladas de droga incautadas, los narcotraficantes continúan delinquiendo en nuestras aguas.
Además, según asegura Carmona, el narcotráfico ha experimentado un aumento desde que el ministerio del Interior cerró la OCON SUR, unidad de élite de la Guardia Civil creada en 2018 para combatir al narco en el Estrecho, en septiembre de 2022. “Estaba logrando unos resultados buenísimos porque era una unidad muy bien entrenada y equipada con los medios adecuados, que estaba operativa 24 horas al día los siete días de la semana, pero fue desmantelada por el ministro Marlaska sin dar ninguna explicación”.
“El narcotráfico campa a sus anchas desde que el ministro Marlaska decide cerrar la OCON SUR sin una explicación clara y convincente. Desde entonces el narco se ha disparado totalmente y ahora mismo está desatado y es más agresivo que nunca. En el Campo de Gibraltar el principio de autoridad ha desaparecido por completo”, afirma Agustín Leal, portavoz de la Asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil).