La versión inicial sobre el naufragio del Titanic que fue rechazada en 1985
Una investigación oficial de Estados Unidos declaró que la nave se hundió intacta. Tras una gran polémica durante 73 años, finalmente fue encontrado partido en dos en el fondo del océano.
El 10 de abril de 1912, zarpaba desde Southampton el mayor transatlántico construido hasta entonces por el hombre, el Titanic, que iniciaba su viaje inaugural hacia Nueva York con más de 2.500 personas a bordo entre tripulantes y pasajeros. La noche del 14 de abril, el barco chocó contra un iceberg y rasgó el casco por la parte inferior provocando una inundación que culminaría con su hundimiento y el fallecimiento de más de 1.500 personas.
El capitán del Titanic, Edward Smith, conocía a la perfección la ruta de navegación e incluso en aquella ocasión optó por una opción más conservadora al navegar más al sur de lo habitual para evitar los icebergs. Ahora bien, según las conclusiones de la multitud de investigaciones en torno al célebre accidente, el trasatlántico se fue a pique por una cadena de errores humanos.
¿El Titanic se hundió intacto?
Cuando chocó con el gran iceberg, el barco viajaba a 41 kilómetros por hora. En menos de tres horas después, los 269 metros de eslora del Titanic se hundieron. Hubo al menos 15 testigos que juraron en el registro que habían visto al barco romperse en dos partes antes de hundirse completamente bajo las olas, pero fueron ignorados.
¿El motivo? Una investigación oficial de Estados Unidos declaró que la nave se hundió intacta. La forma en la que se hundió fue discutida durante 73 años hasta que finalmente fue encontrado en el fondo del océano, partido en dos. Sin duda alguna, su naufragio todavía ayuda a día de hoy a mejorar los protocolos en la construcción y la seguridad naval.
Sus restos, una atracción turística
El descubrimiento del Titanic en 1985 fue fruto de una investigación secreta de la Armada estadounidense para buscar dos submarinos nucleares hundidos. Los restos fueron descubiertos por Robert Ballad y, después del hallazgo, se sucedieron varias expediciones a la zona entre 1986 y 2005.
La tragedia ha atraído la atención de millones de personas a lo largo de los años y sus restos se han convertido en una atracción turística explotada por empresas como OceanGate, que ofertaba pasajes en mini submarinos como el Titán por 250.000 dólares para visitar su pecio.
La última tragedia
Pese a los avances en este sector, las expediciones no estás exentas de riesgos. De hecho, esta semana cinco personas perdieron la vida por la implosión catastrófica de la nave cuando efectuaban un viaje turístico al pecio del Titanic. En la inmersión se encontraban el millonario británico Hamish Harding, de 58 años, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, de 48, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman, de 19, -ambos también con nacionalidad británica-; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet, de 77 años y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions
Todos ellos firmaron un arriesgado contrato, el cual sólo en la primera página mencionaba hasta en tres ocasiones la muerte. Además, firmaron una cláusula en la que eximían a la empresa organizadora del viaje de cualquier responsabilidad en caso de accidente.
Deterioro de los restos del Titanic
Con todo ello, cabe destacar que el Titanic está sufriendo un grave deterioro provocado por la corrosión de la sal y las bacterias que consumen metal, según anunció en un comunicado Caladan Oceani, la empresa que supervisa la expedición. Es más, hay partes que han desaparecido por completo y lo que queda continúa siendo devorado por las bacterias.