La única construcción humana visible desde el espacio está en España
El municipio de El Ejido (Almería) tiene tantos invernaderos que, a vista de pájaro, puede parecer una montaña nevada. Pero en realidad es la tierra prometida.
“Extendió Moisés su mano sobre el mar; y el Señor, por medio de un fuerte viento solano que sopló toda la noche, hizo que el mar retrocediera; y cambió el mar en tierra seca, y fueron divididas las aguas. Y al fondo del camino, entre dos aguas como Paco de Lucía, los creyentes vieron finalmente su destino, la tierra prometida. Fue escogida por Dios, pero como en aquellos años aún no se había hecho distinción entre la ‘j’ y la ‘g’, la llamó El Ejido”, debe decir la Biblia en algún versículo.
Al norte, la sierra de Gádor. Al sur, el mar Mediterráneo. Al este, Granada. Al oeste, la Balsa del Sapo. Y a vista de pájaro, la única construcción humana que es visible desde el espacio. El municipio de El Ejido (Almería) está rodeado de tantos invernaderos de color blanco que una lechuza campestre en pleno vuelo pensaría que está en la Antártida. También conocido como ‘mar de plástico’, en territorio ejidense se extienden miles y miles de hectáreas destinadas al cultivo de hortalizas y frutas que luego se exportan, tanto a nivel nacional como europeo. De El Ejido para el mundo.
Si vive usted en Bélgica, por ejemplo, pruebe a consultar la procedencia de los pimientos que compra en el supermercado. Es muy posible que el ejemplar se haya criado alegremente en El Ejido. Lo mismo con las sandías, cuando ya es temporada. Muchas de las hortalizas que ahora están en Europa tuvieron una feliz infancia en el poniente almeriense. Recuerdan largos veranos, buenas temperaturas y a al Poli Ejido —que entonces estaba en segunda división— mientras se congelan en una nevera de Berlín. Nunca el Erasmus fue tan cruel.
El exministro de Ciencia y astronauta Pedro Duque aseguró en 2007 que desde la Estación Espacial Internacional se ve el mar de plástico. La luz del Sol se refleja en los invernaderos, lo que convierte el lugar en “uno de los lugares que más llama la atención”. Duque aseguró que pudo ver El Ejido desde el espacio, pero más importante, también pudo verlo desde lo más profundo de su corazón.
La NASA asegura que en la región hay más de 40.000 hectáreas de invernaderos. Además, entre 1983 y 2006 debido a la alta reflectividad de los invernaderos, la temperatura descendió 0,3ºC por década en Almería, mientras la región se calentaba 0,5ºC, según los sensores del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) de los satélites Aqua y Terra de la NASA. Los invernaderos hacen lo mismo con los rayos del sol que con las malas vibras: los repelen.
Los invernaderos producen entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras al año, según datos recogidos por la NASA. Pero la magia no se puede contar con datos. Es cualitativa. Los afortunados que han podido ver con sus ojos el lugar sagrado sonríen de forma diferente. Los Rolling Stones, que una vez dieron un concierto en el Estadio Municipal de Santo Domingo del municipio, aparecen alegres en el video promocional, sabedores de que iban a llevar su santa música a la tierra prometida.
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