La razón por la que tienes que meter cáscaras de huevo en la lavadora

Son incontables las veces que se utilizan los huevos para cocinar, al igual que son numerosas las veces que al sacar la yema del mismo, se aparta las cáscara para tirarlas a la basura. Una práctica lógica, que al mismo tiempo, puede suponer un coste de oportunidad para labores de limpieza, especialmente de en algunos tipos de prendas.

Y es que, aunque parezca una situación surrealista, el combo de las cáscaras de huevo (limpiadas por dentro) y la lavadora, puede llegar a ofrecer grandes resultados en el lavado de ciertas prendas textiles debido a propiedades en las que quizá poca gente ha reparado.

Limpieza y blanqueamiento

La clave de este truco casero reside en las propiedades de la cáscara de huevo. En primer lugar, su alto contenido en calcio, sustancia que colabora en la limpieza. En segundo lugar, su morfología, (una vez rotas en miles de trozos pequeños) ya que tiene la capacidad de ser un material agresivo en la lavadora, idóneo para blanquear las prendas textiles dentro de la centifugación del electrodoméstico.

Procedimiento

Una vez extraida la yema de su interior, apartar las cáscaras y limpiarlas por dentro. Tras su limpieza, es preciso proceder a su trituración, de tal forma que resulten miles de trozos pequeños. Después de ello, bastará con meter el resultado extraído en una cavidad externa a la lavadora (bolsa pequeña de gasa, un calcetín...) e introducirlo dentro de la lavadora.

Para obtener mejores resultados, puede ser interesante bañar dichos trozos de cáscara con bicarbonato de sodio o incluso vinagre. Por último, es preciso señalar que este proceso no es eficiente en ropa delicada o en ropa muy manchada, además de probar su eficacia en una pequeña muestra antes de una carga elevada de ropa.