La Policía Nacional desvela la “táctica del felpudo” para evitar que entren a robar a casa
El cuerpo ha compartido en sus redes sociales un par de trucos para que los cacos no sepan que no hay nadie en el hogar cuando nos vamos de vacaciones
Irse de vacaciones también puede traer intranquilidad. Dejar la casa vacía, sobre todo si no se cuenta con un sistema de alarma, puede acabar en sorpresa desagradable. Porque los ladrones suelen esperar este momento para introducirse en los inmuebles y arrasar con todo lo que encuentran. Nadie está exento de este peligro, que al fin y al cabo es como una lotería, pero sí se pueden tomar algunas medidas sencillas para minimizar riesgos.
La Policía Nacional, que está ampliamente familiarizada con la forma de actuar de los delincuentes, comparte habitualmente en sus redes sociales algunas claves que pueden marcar la diferencia. Cosas que no cuestan nada y que pueden librarnos de un allanamiento. Una es procurar que, cuando nos vayamos, el buzón no esté a reventar. Un buzón muy lleno es signo inequívoco de que no hay nadie en casa. Bastaría con vaciarlo antes de irse.
Lo otro es algo más rebuscado, pero igualmente ingenioso. Es probable que, si nuestra casa ha sido elegida por un ladrón como un posible objetivo, este vaya a estar atento durante días a cualquier señal que sugiera que tiene vía libre para actuar. Uno de estos elementos delatores es el felpudo. Si durante un tiempo prolongado no se ha movido ni un milímetro, lo más seguro es que no haya nadie. Por eso, la Policía Nacional recomienda la “táctica del felpudo”.
Más vale prevenir
No es otra cosa que pedirle a un vecino antes de irse que, de vez en cuando, mueva un poco el felpudo para crear la impresión de movimiento en la entrada. Algo tan rápido como esto puede marcar la diferencia a la hora de la verdad. Porque la mayoría de los malhechores no querrán correr riesgos innecesarios, y, ante el menor atisbo de vida, pasarán de largo y comenzarán a buscar otro objetivo más asequible.
Es cierto que nada de esto es garantía de que no se vaya a sufrir un robo mientras estamos fuera por un periodo prolongado. Pero conocer la metodología del ladrón de casas común hace que podamos estar más alerta y tomar medidas disuasorias. Porque, aunque casi nada en esta vida es infalible, nunca está de más adelgazar el número de papeletas que se tiene para sufrir una desgracia. Más vale prevenir.