La playa con el agua más fría de España
Si se tienen en cuenta las aguas superficiales, las más frías del país pertenecen a la zona marítima de Finisterre. En cuanto a la playa, se trata de La Lanzada, en Pontevedra.
Cuando el calor estival aprieta, el gusto de meter los pies en una playa se torna una obsesión. No hay nada de enfermizo, es pura acción-reacción. Uno saca el móvil y busca cuáles son ‘las mejores costas’, o ‘las más baratas’, dejando de lado el factor principal que les mueve a ser turistas de lo litoral: el aspecto térmico. Si uno saca el móvil y escribe ‘las playas más frías’ encuentra otra cosa. Algo como esto.
No hay misterio en un primer vistazo. Las más frías del país están en el norte, en la vertiente cantábrica y conectando el inmenso océano Atlántico con las tierras y puertos españoles. Sin embargo, la cornisa es amplia, el paisaje diferente y las condiciones climáticas distintas. Si bien guardan una similitud mucho mayor a la que saldría de una comparación entre las aguas de Valencia y las de Asturias, conviene concretar un poco y poner nombres y apellidos a aquella porción de arena en la que reposamos y en la que las manecillas del reloj parecen perder el sentido del tiempo.
Las playas gallegas, las más frías del norte
Si se tienen en cuenta las aguas superficiales, se podría concluir rápidamente asegurando que las más frías de España pertenecen a la zona marítima de Finisterre. Durante el periodo que ha ido de 1981 a 2010 la media ha sido de 15′5ºC. La democracia entonces rozaba la quincena de grados centígrados. El aumento generalizado de las temperaturas ha hecho que 2022 haya elevado la cifra a los 16ºC.
Y según los datos de eltiempo.es, la playa más fría del país no quedaría muy lejos de lo que en su día fuera el fin de la tierra conocida. A hora y media en coche, más o menos. Se trata de la playa de La Lanzada, entre Sanxenxo y O Grove, al extremo sur de la comarca de Salnés y en pleno corazón helado de las Rías Baixas. La media de sus aguas se sitúa en 15′2ºC. Nada que ver con los 21′4ºC de El Hierro, ni con los 21′1ºC de La Gomera. Dos mundos distintos bañados por el mismo océano. El resto del retrato frío de la cornisa cantábrica lo completarían los siguientes enclaves:
Todas estas porciones de costa encuentran en las postrimerías de la época estival el momento de mayor temperatura anual, después de meses y meses de calor medianamente relativo. El registro de los termómetros madrileños es muy diferente al de los gallegos. También son estas playas con una mayor profundidad en comparación con otros litorales que se encuentran en la geografía española, lo que dificulta que los rayos del Sol penetren en las aguas. La cantidad de ríos que llenan la vertiente cantábrica y la topografía del lugar terminan de completar la receta necesaria para convertir un mar en el más frío del país.