La paradisiaca isla en la que mataban a recién nacidos y solteros para controlar la densidad de población
La isla de Tikopia tiene apenas 5 kilómetros cuadrados y 1.200 habitantes, casi 7 veces la densidad poblacional de Estados Unidos, obligando a sus residentes a cometer acciones extremas para sobrevivir.
Tikopia es una de las islas más remotas del mundo, un paraíso de apenas cinco kilómetros cuadrados situado en el extremo oriental de las Islas Salomón. Llegar a esta isla supone un sinfín de experiencias y aventuras emocionantes, no obstante también esconde alguno oscuros secretos que pueden hacer cambiar la perspectiva que se tiene del “paraíso”. Para llegar a la isla de Tikopia hacen falta tres días en barco únicamente para llegar a la capital de las islas, Lato y otros cinco días, también en barco para llegar a la capital del país, Honiara. La isla más cercana se encuentra a 130 kilómetros de distancia, por lo que una vez que llegas a Tikopia tienes que saber que tu alma se liga a los recursos que la isla te proporciona.
Los habitantes de este lugar llegaron por primera vez en el año 900 antes de cristo, y para poder sobrevivir tuvieron que adaptarse a la isla y producir una conexión con todos los elementos presentes. De este modo realizaron avances en su producción como la elaboración de un huerto, algo que les permitía alimentarse y sustentar al pequeño grupo de personas que residía en la isla. Por otro lado, al ser un grupo de personas tan pequeño, todas las decisiones las tomaban en grupo para llegar a un consenso generalizado, no obstante como todo núcleo familiar, el grupo de personas de la isla creció y las decisiones que se tomaban fueron adquiriendo un alto precio.
El precio por sobrevivir
Actualmente, la población residente en la isla de Tikopia equivale a 1.200 habitantes, un grupo pequeño por lo que la toma de decisiones, a priori no tiene que ser una tarea complicada, pese a que las decisiones se toman de manera colectiva. Ahora bien, el principal problema al que se enfrentan los habitantes de esta isla es la sobrepoblación, algo que deriva en hambrunas.
Antiguamente, los habitantes de esta isla tomaban una serie de decisiones para combatir estas problemáticas que iban en contra de los Derechos Humanos, tal y como se conocen hoy en día. El papel de la familia estaba muy controlado, llegando incluso a acometer acciones terribles, como por ejemplo; los solteros eran colgados con cuerda de un árbol, algunos padres se iban en canoas al mar con sus hijos para no volver nunca, incluso se enterraban a los recién nacidos con vida como si nunca hubieran llegado a existir. Todas estas prácticas se realizaban en la isla hasta la introducción del cristianismo en 1858. Actualmente, cuando hay sobrepoblación lo más común es que las personas jóvenes abandonen la isla para que busquen un nuevo rumbo en su vida en otro archipiélago o isla cercana.
Peligro actual
Hoy en día, el peligro más sobresaliente al que se enfrentan los habitantes de la isla es el cambio climático, debido a que cualquier desastre natural arrasa sus producciones y propiedades caseras. Esto provocó la visita del rey de la isla, Ti Namo al mundo occidental con el fin de tratar estos hechos y buscar soluciones.
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