La megaconstrucción que nació como un símbolo de transformación económica sufre despidos masivos antes del inicio de su producción
Después de contar con más de 60.000 trabajadores durante el punto álgido de la construcción, para su fase operativa apenas se necesitarán 15.000.
La mina de Simandou, en Guinea, pretendía ser un auténtico símbolo de la transformación económica de un país en el que más de la mitad de la población vive en la pobreza. Pero nada más lejos de la realidad. El pasado mes de noviembre, el proyecto fue inaugurado con honores, pese a no estar completamente operativa. Después de décadas de retrasos, ahora se está empezando a despedir a trabajadores mientras se empieza a exportar hierro.
Guinea es uno de los principales exportadores mundiales de bauxtita, una roda sedimentaria empleada para fabricar aluminio. Eso, todavía sin contar el complejo de Simandou, la mayor reserva sin explotar de mineral de hierro. Pero su riqueza no ha mejorado la calidad de vida su población, ya que ahora se están produciendo despidos masivos.
Según informa la agencia Reuters, en esta mina, capaz de producir cerca de 120 millones de toneladas métricas, el punto máximo de trabajadores se alcanzó en los años 2024 y 2025, cuando hubo más de 60.000 puestos de trabajo para la realización de las obras dentro del plazo previsto. Pero, ahora, apenas se necesitan menos de 15.000 trabajadores para operar en las minas, los puertos y los 670 kilómetros de vías férreas construidas para permitir las exportaciones.
“La forma en que se ha organizado el trabajo implica una reducción extrema de la mano de obra”, apunta la agencia. El ferrocarril, afirma un directivo, fue un “proyecto simultáneo”, lo que implica que todas las secciones se construyeron al mismo tiempo. Se alcanzó un pico de contrataciones y, cuando finaliza el proyecto, llegan los despidos.
La empresa Rio Tinto, que gestiona dos bloques mineros, dio empleo durante la construcción a unos 25.000 trabajadores, de los cuales el 82% eran guineanos. Sin embargo, en la fase operativa, un portavoz de la compañía dijo que se esperaba contar con una plantilla de unas 6.000 personas para trabajar en la mina y en una terminal de transbordo de buques en el puerto. Está previsto que la construcción de la mina y la red de ferrocarril concluya el próximo año, mientras que el puerto se concluirá un año más tarde.
Plan a medio plazo
El proyecto forma parte de un plan más amplio de desarrollo del país africano, ‘Simandou 2040’, una estrategia a 15 años vista con el objetivo de transformar el país en una economía diversificada, apostando por la inversión en sectores como la agricultura, educación, transporte, tecnología, finanzas y salud para toda la población.
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Dicho plan tiene un coste estimado de 200.000 millones de dólares, que se financiarán, en parte, con los ingresos obtenidos de la minería. No obstante, parte importante deberá proceder de capital privado.
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