La Ley de Propiedad Horizontal lo confirma: si un vecino lleva al perro sin bozal en las zonas comunes, puedes apelar al artículo 7.2
La LPH no detalla específicamente esta cuestión, pero sí fija evitar actividades que puedan resultar peligrosas. También hay que mirar la Ley de Bienestar Animal y los estatutos de la comunidad.


Esta escena suele ser habitual. El propietario de un perro sale de su casa para sacarle a la calle y en ocasiones lo lleva sin bozal, incluso en razas en los que es obligatorio ponérselo. Es cuando llega a la calle cuando se lo pone. Pero existe la duda de qué pasa en las zonas comunes. ¿La Ley de Propiedad Horizontal (LPH) regula este aspecto? Veamos qué dice la normativa.
La LPH detalla las reglas de convivencia por las que se rige cualquier comunidad de propietarios, con el fin de garantizar la pacífica convivencia de todos los vecinos. Así en su artículo 7.2 la ley dice lo siguiente:
“Al propietario y al ocupante del piso o local no les está permitido desarrollar en él o en el resto del inmueble actividades prohibidas en los estatutos, que resulten dañosas para la finca o que contravengan las disposiciones generales sobre actividades molestas, insalubres, nocivas, peligrosas o ilícitas”.
Por tanto, la Ley de Propiedad Horizontal no establece ninguna normativa específica en lo relativo a la tenencia de animales de compañía en las comunidades de vecinos, ni cómo se deben llevar. Sin embargo, sí fija la obligación de hacer un uso adecuado de todas las instalaciones y espacios de uso común, evitando causar cualquier tipo de molestia o perjuicio al resto de vecinos.
Ley de Bienestar Animal
Sin embargo, podemos acudir a la Ley de Bienestar Animal que también regula cómo debe tratarse a un animal de compañía como un perro. Al respecto, la ley dice que:
- Los propietarios de animales deben evitar ruidos excesivos generados por sus mascotas que puedan perturbar al resto de residentes.
- Se insta a los dueños a “adoptar las medidas necesarias para evitar que su tenencia o circulación ocasione molestias, peligros, amenazas o daños a las personas, otros animales o a las cosas”.
Por tanto, aunque tampoco lo diga de manera expresa, la Ley de Bienestar Animal también deja claro que hay que desarrollar las medidas pertinentes para que evitar peligros y amenazas, por lo que se infiere que un perro que necesita bozal y no lo lleva puede generar un peligro potencial.
¿Qué dicen los estatutos de la comunidad?
Asimismo, además de la Ley de Propiedad Horizontal y la Ley de Bienestar Animal, habría que mirar los estatutos de cada comunidad de vecinos, que no sería de extrañar que hayan reflejado estas eventualidades en su redacción, ya que es bastante habitual que haya animales de compañía en los domicilios.
Los estatutos en este caso pueden dejar claro si se puede o no que un perro vaya con o sin bozal. En última instancia, si los estatutos no lo recogen y la LPH y la Ley de Bienestar Animal deja dudas, lo suyo será consultarlo en una junta de vecinos y entre todos acordar cómo operar ante estas situaciones.
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