La isla de África que mide menos que un campo de fútbol y es una de las más superpobladas del planeta
Los habitantes crean infraestructuras improvisadas para cubrir necesidades básicas.
La pequeña isla de Migingo, Kenia, es la mitad de grande que un campo de fútbol, pero tiene una característica que la hace muy especial: es una de las zonas más densamente pobladas del mundo.
Esta gran comunidad vive, trabaja y sobrevive en situaciones muy extremas, ya que todas sus estructuras están compuestas de chapa metálica. Para muchas personas, esto es uno de los ejemplos más impactantes de adaptación humana en un espacio reducido.
Las condiciones en esta isla son muy difíciles debido a que no cuentan con agua corriente ni con un sistema de alcantarillado. Además, la gestión de residuos es un problema constante y el acceso a los servicios básicos es muy limitado.
Por ello, los propios ciudadanos han tenido que crear estructuras rudimentarias para cubrir necesidades básicas: pequeños bares, una barbería e incluso una clínica improvisada para atender casos leves.
Se podría pensar que viven aquí desde hace siglos, pero lo cierto es que Migingo estuvo deshabitada durante siglos hasta principios de la década de 1990.
El motivo por el cual las personas decidieron asentarse en un lugar tan pequeño, aislado del continente y sin infraestructura básica es muy sencillo: sus aguas son extremadamente ricas para la pesca.
En estas aguas hay abundancia de perca, uno de los peces de agua dulce más comerciales de África Oriental, lo que ha convertido a la isla de Migingo en uno de los centros pesqueros más importantes del continente.
Por ello, este lugar comenzó a llenarse. Algunas estimaciones, bastante optimistas, indican que la isla podría albergar hasta 500 personas, incluyendo a quienes residen de forma temporal.
Conflicto territorial
Un dato interesante es que las aguas que rodean la isla están en disputa territorial entre Kenia y Uganda. Las fronteras fueron trazadas durante el periodo colonial, dejando zonas grises que aún generan tensiones diplomáticas.
En algunas ocasiones ha habido enfrentamientos de baja intensidad, pero por lo general kenianos y ugandeses coexisten, cooperan y comparten el mismo espacio.
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Un joven pescador declaró a AFP que “a veces hay tensiones”, pero que la mayor parte del tiempo la gente realiza sus tareas cotidianas.
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