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SOCIEDAD

La historia del hombre ganó 10 millones de euros: en cinco años, arruinado

El británico Keith Gogh y su esposa gastaron buena parte de la fortuna en coches, caballos de carreras y un palco VIP en Villa Park, estadio del Aston Villa.

La historia del hombre ganó 10 millones de euros: en cinco años, arruinado
Pixabay

Los suculentos premios que ofrecen los juegos de azar suponen un impulso extra para la economía de aquellas personas que tienen la fortuna de hacerse con ellos. Sin embargo, existen casos en los que los mismos ganadores desconocen cómo gestionar el dinero.

Este último fue el caso del ciudadano británico Keith Gogh, quien se hizo con un total de nueve millones de libras esterlinas (diez millones de euros al cambio) después de ganar el premio en uno de los juegos de azar en los que participó. Su testimonio, revelado por el medio británico The Mirror, refleja como en un plazo de cinco años acabó arruinado.

Tanto él como su esposa, según cita el mencionado diario, gastaron la mayor parte del dinero en coches, caballos de carreras y también en el fútbol. Gogh, aficionado del Aston Villa, destinó 400.000 euros para la compra de un palco VIP en Villa Park, estadio donde el conjunto de Birmingham juega sus partidos como local.

Panadero de profesión, el consumo excesivo de alcohol acabó con su matrimonio con su esposa Louise, lo que le llevó a su vez a ingresar a una clínica de rehabilitación. “Sin rutina en mi vida empecé a gastar, gastar y gastar. Al final me aburría. Solía ser popular, pero he ahuyentado a todos mis amigos. Ya no confío en nadie”, relató el propio Gogh en el año 2009.

Estafado con 1,5 millones de euros

Aún así, el desenlace trágico de la historia no iba a finalizar sólo con su divorcio. El británico también fue engañado por James Prince, un estafador que se hizo con 1,5 millones de euros y que fue condenado a tres años y cuatro meses de prisión después de la estafa.

Según los jueces, Prince se aprovechó de que Keith era una víctima “fácil y vulnerable”, al obligarle a que escribiera cheques para empresas comerciales falsas para gastarse el dinero en todo tipo de lujos. Cinco años después de hacerse con los diez millones de euros, Keith falleció a los 58 años en el Princess Royal Hospital de Telford (Inglaterra).