La Guardia Civil avisa de la tarjeta de crédito que se convierte en navaja
Se trata de una navaja plegable prohibida según el artículo 36.10 de la Ley de Seguridad Ciudadana. Su posesión puede suponer una multa de hasta 30.000 euros.
Las navajas son un arma blanca tan pequeña y adaptable a distintos formatos que muchas veces se esconden en infinidad de objetos. Las hemos podido ver tanto en las tradicionales multinavajas, acompañadas de numerosas herramientas varias, hasta ocultas en pequeños objetos cotidianos como un llavero o un bolígrafo. Ahora, la Guardia Civil avisa su presencia en algunas tarjetas de crédito.
Las autoridades han usado el altavoz que tienen en redes sociales, como TikTok, para hacerse eco de un arma reciente que han requisado en sus últimas operaciones. A priori parece una simple tarjeta de crédito, tiene un tamaño normal y parece estar hecha de materiales similares al resto, por lo que no llama especialmente la atención.
Sin embargo, las autoridades muestran cómo con tan solo un par de dobleces, esta inofensiva tarjeta se transforma en un arma blanca de lo más peligrosa. Modificando su estructura sale a la luz el verdadero propósito del objeto: ser una navaja funcional. Este no deja de ser un arma prohibida, por lo que la Guardia Civil pide extremar las precauciones y estar siempre alerta.
Multa de hasta 30.000 euros
“Este tipo de armas se intervienen y se proponen para sanción”, explican los agentes en su publicación. Según recoge el artículo 36.10 de la Ley de Seguridad Ciudadana, está terminantemente prohibida la tenencia de este tipo de armas. Cualquier persona que tenga una navaja dentro de esta categoría, como las automáticas o las de doble fijo, puede recibir una multa que va desde los 600 euros hasta los 30.000.
Esta navaja, de aspecto de tarjeta de crédito, se transforma en arma blanca en tres movimientos, y pasa a ser un cuchillo de acero inoxidable de unos cinco centímetros. Por lo que se considera digna de sanción y peligrosa cuanto menos.
En los numerosos comentarios de la publicación podemos encontrar usuarios que se cuestionan esta prohibición. “No soy de España, pero me da la impresión de que allá todo está prohibido”, comenta uno. “Todo está prohibido, pero cuando necesitas a la Guardia Civil tarda 30 minutos en llegar, prefiero pagar la multa”, explica otro.
Dentro de la polémica y de quién se lo toma menos en serio, podemos destacar también personas que genuinamente quieren buscar alternativas a este tipo de armas que muchas veces se usa en términos de autodefensa. “¿Cómo podemos protegernos? ¿Qué puedo llevar que sea legal?”, cuestiona un usuario que dice andar siempre con las llaves de casa en la mano como mecanismo de defensa pero que desconfía de su efectividad.