La edad de jubilación cambia en 2024
Desde 2013 y hasta 2027 la edad de jubilación ordinaria se encuentra en crecimiento, así como el tiempo requerido de cotización. En el caso de 2024, hay dos escenarios posibles.
Cuando cualquier asunto relativo a la jubilación roza el desconcierto, el malestar se instala entre la población. En Francia ha sido motivo de intensas movilizaciones este mismo año, mientras que en España se queda, en muchas ocasiones, en una confusión que muchas veces tiene respuesta. De todas las preguntas que se cuestionan los trabajadores hay una que se repite más que el resto: ¿a qué edad me puedo jubilar?
Según la normativa actual, la edad legal de jubilación ordinaria se encuentra en un periodo transitorio a través del cual aumenta cada año. Comenzó en 2013 y terminará en 2027. Sin embargo, si se cuenta la edad en 2024, la respuesta contempla dos vías y un cambio respecto al año anterior.
Hay que diferenciar aquellos trabajadores que hayan cotizado menos de 38 años y aquellos que hayan superado esta cifra. Para los primeros, la edad será de 66 años y 6 meses, mientras que los segundos podrán disfrutar del merecido descanso a los 65. Esto consuma un aumento de dos meses respecto al año anterior, amén de otra varianza más: en 2023 el periodo de cotización requerido era de 37 años y 9 meses, un trimestre menos que el que tenemos en pleno 2024.
El plan de la nueva normativa y la jubilación anticipada
Según la hoja de ruta, la edad de jubilación ordinaria seguirá escalando hasta alcanzar los 67 años en 2027 siempre y cuando se hayan cotizado menos de 38 años y 6 meses; de tal forma que, si uno quiere retirarse laboralmente a los 65 años, deberá haber cotizado por encima del tiempo indicado.
No obstante, también existe la posibilidad de prejubilarse. Esto será posible hasta dos años antes de la edad ordinaria si se trata una jubilación anticipada voluntaria y hasta 48 meses antes si se trata de una jubilación anticipada forzosa o involuntaria. En 2024, se podría optar al primer caso con 63 años o con 64 y 6 meses, en función de la cotización, y al segundo a partir de los 61 o los 62 y 6 meses por ídem. Conviene recordar que esta opción no está exenta de un perjuicio a la cifra que recibirá el pensionista.
Este aumento contemporizado de la edad de jubilación busca asegurar el sistema de pensiones, cuya sostenibilidad es una de las preocupaciones y retos nacionales para las próximas décadas. El motivo de su fragilidad es el aumento de la esperanza de vida, que supone más personas dependiendo de las pensiones, frente al descenso acusado de la natalidad. Pocas personas para sostener a muchas. Y es a través de esta medida como se busca paliar la situación.