La DGT señala el dispositivo que será obligatorio desde julio
El EDR o Registrador de Datos de Eventos registrará los datos previos al momento del accidente para detectar la cusa del siniestro. Este dispositivo forma parte del programa ADAS, cuyo objetivo es reducir los fallecidos a cero para el año 2050.
La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado la puesta en marcha del programa ADAS (Advanced Driving Assistance System) para aumentar las medidas de seguridad en carretera y reducir los accidentes de tráfico. Aunque ya existen medidas para evitar los siniestros como señales, limitaciones de velocidad, radares, agentes de tráfico, normas de conducción y otros muchos elementos; las víctimas mortales de accidentes en carreteras han aumentado en comparación con el año pasado.
Uno de los objetivos de la DGT es reducir los fallecidos a cero para el año 2050. Para ello, el ADAS introduce una serie de ayudas a la conducción como las siguientes:
Pese a que algunas de estas ayudas ya están incorporadas de forma obligatoria en los modelos de coches de nueva homologación, los vehículos que no los tienen tendrán que integrarlos. Uno de ellos, similar a la caja negra de un avión, es el EDR (Event Data Recorder), el cual funciona como un Registrador de Datos de Eventos en el caso de que el vehículo sufra un accidente.
¿Cómo funciona el EDR?
El EDR es un dispositivo de tamaño reducido, como un teléfono móvil, el cual contiene un microchip que alberga diferentes datos sobre la conducción del vehículo en el que se ubica. Para que este aparato funcione de forma correcta se debe colocar debajo del asiento del conductor, y entre sus funciones se encuentran la grabación de la telemetría del coche, para registrar la aceleración, la velocidad alcanzada, el ángulo de giro, la fuerza G, las revoluciones por minutos del motor o la frenada.
Según ha publicado la empresa aseguradora Mapfre en su web, este dispositivo “graba las circunstancias en las que se ha producido el siniestro en el caso de que se active algún elemento del sistema de retención”. Su sistema comienza a funcionar durante los cinco segundos previos a un impacto para así detectar las posibles razones del accidente. Entre los conductores se teme que su intimidad se vulnere, debido a los datos que recibirán tanto la DGT como las aseguradoras, y estos puedan ser sancionados.
“Los datos registrados dependen de cada fabricante, al no estar reglamentada la estandarización de los datos a recoger. Una vez almacenados los datos de la unidad de airbag o la de ABS/ESP, esta se bloquea. Los datos podrán leerse posteriormente mediante un software específico”, explica Mapfre en su web. En caso de accidente, el dispositivo permitirá a las autoridades acceder a todo lo que pasó antes y durante el suceso, al igual que las cajas negras de los aviones.