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La COVID-19 eleva el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares

Un estudio señala que las personas mayores y con afecciones médicas corren un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares si han pasado la COVID-19.

La COVID-19 eleva el riesgo de sufrir complicaciones cardiovasculares
Pixabay

Las personas infectadas con COVID-19 tienen más probabilidades a desarrollar enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, especialmente las personas mayores que ya acumulan grasa en los vasos sanguíneos, según un estudio publicado en la revista Nature. El riesgo a sufrir complicaciones cardiovasculares se extiende hasta un año después de la infección.

Aunque la inflamación sistémica que produce una infección de COVID-19 influya en el mayor riesgo cardiovascular, los investigadores encontraron material genético viral en las arterias coronarias meses después de que los pacientes se recuperasen de coronavirus. En otras palabras, que el virus puede permanecer en el sistema cardiovascular una vez se ha superado la enfermedad.

El coronavirus es capaz de infiltrarse dentro de los macrófagos, unas células inmunes que protegen al cuerpo de infecciones. Estas células, si están cargadas de colesterol, pueden ser muy perjudiciales para el sistema cardiovascular, pues se transforman en células espumosas que facilitan la aparición de placas ateroscleróticas.

La COVID-19 puede alterar los macrófagos y aumentar la inflamación y formación de placas en las arterias, lo que explicaría las complicaciones cardiovasculares en pacientes que ya han pasado el coronavirus. Según el estudio, la COVID-19 se replicó en los macrófagos de pacientes que murieron tras sufrir una infección grave.

“Los eventos cardiovasculares isquémicos, como el infarto agudo de miocardio (IAM) y el accidente cerebrovascular, debido a la alteración subyacente de una placa aterosclerótica crónicamente inflamada, son complicaciones clínicas establecidas de COVID-19″, señala el estudio. “Nuestros datos establecen que el SARS-CoV-2 infecta los vasos coronarios, induciendo una inflamación de la placa que podría desencadenar complicaciones cardiovasculares agudas y aumentar el riesgo cardiovascular a largo plazo”, concluye.

Sin embargo, la investigación aclara que se centró en personas mayores con COVID-19 y “terosclerosis preexistente y otras afecciones médicas y comorbilidades”, por lo que los resultados no pueden extrapolarse a personas más jóvenes y sanas.