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La comunidad autónoma que reparte caramelos en las procesiones de Semana Santa

En Murcia los nazarenos reparten dulces desde hace siglos, pero ningún historiador ha conseguido descifrar el origen de la tradición.

La comunidad autónoma que reparte caramelos en las procesiones de Semana Santa
Diario AS

Si es usted una persona enfervorizada de los dulces, si se convierte en Semana Santa en un lechefrita, en un rosquillas, un panquemao o un torrijas y aun así no satisface sus propulsiones más azucaradas, está de suerte. Puede trasladarse a una comunidad autónoma específica de nuestro país y, como si fuera la cabalgata de Reyes, recibir caramelos directamente de los nazarenos.

Tres meses después de haber sobrevivido a una lucha encarnizada contra un grupo de tenaces señoras y otro de niños infectados por el éxtasis navideño bajo una lluvia de sugus, podrá viajar usted hasta Murcia para que un nazareno le pose sobre su mano unos cuantos caramelos. En un ambiente pacífico y sin luchas generacionales, la Región entrega estos dulces a las personas que salen a las calles a contemplar las procesiones de Semana Santa.

¿Por qué en Murcia y no en otras comunidades? La tradición se remonta al siglo XVII, cuando los nazarenos llevaban dulces y pasteles escondidos para regalarlos durante el recorrido, según explica Murcia Nazarena. En 1712 el obispo de la diócesis Cardenal Belluga prohíbe esta práctica, pero los penitentes cambiaron los pasteles por los caramelos, más fáciles de ocultar.

Otra de las teorías apunta a que la entrega de caramelos era una costumbre por la cual “la Iglesia obligaba a suplir los daños ocasionados por faltas cometidas en el transcurso de las penitencias públicas, aprovechándose del anonimato que otorga la túnica”, según Murcia Plaza. El hábito ha perdurado hasta el momento y en la actualidad cada nazareno lleva “entre cinco y seis kilos”, según cuenta a este periódico un encapuchado de la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia.

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Un nazareno entregando caramelos / Diario AS

“El penitente pone los caramelos de su bolsillo. Normalmente, vamos a un supermercado y compramos varias golosinas. Yo, por ejemplo, compro caramelos normales y luego le añado más o menos un kilo de golosinas de fresas, besitos, ositos e incluso chupachups”, explica el nazareno. Este año, según han señalado a Murcia Plaza los gerentes de El Turro y Caramelos Cerdán, la venta de caramelos ha aumentado un 20%.

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